La tradicional feria verinesa de todos los días 3 de cada mes regresó a la alameda de la villa con una novedad: la inclusión de puestos de téxtil por primera vez desde que se decretara el estado de alarma, el pasado 14 de marzo.
Pese a que el aforo de puestos no pudo superar el 30 por ciento de los habituales, la presencia de ropa y calzado animó a que fueran muchos más los visitantes al mercadillo que con respecto a sus últimas ediciones (11 y 23 de mayo). En total, y según fuentes municipales, acudieron medio centenar de puestos.
En Verín las "pulpeiras" también se ubicaron, como es habitual, cerca de los locales de hostelería de la villa.
Por otro lado, Guardia Civil y Policía Local también estuvieron presentes en el mercado y velaron porque se respetasen todas las medidas de seguridad y distancia interpersonal entre puestos y compradores.
