Esta mañana Verín amanecía con la reapertura de la hostelería y los vecinos de la villa recibían la noticia con buen ánimo. Además, el sol brillaba en el municipio, lo que impulsó a muchos a acercarse hasta las terrazas.
Aunque no todos los locales decidieron abrir este viernes, la gran mayoría subieron la persiana, después de este último periodo cerrados, para recibir a sus clientes. Estos no dudaron en acercarse a una cafetería y, así, contribuir a mantener los negocios abiertos.
Los hosteleros que abrieron, con algo de miedo, esperan no tener que volver a cerrar y acogen las nuevas medidas decretadas por la Xunta de Galicia con entusiasmo y esperanza.
Así, esta mañana, Verín lucía con vida y movimiento en sus calles, algo poco común estas semanas pasadas.