Vuelve la alegría a Cualedro: "Por fin temos liberdade!"

Este viernes lucía el sol en Cualedro, lo que animaba a los vecinos de este municipio a sentarse a tomar un café en un bar o a dar un paseo por sus calles, algo a lo que en este último mes no acostumbraban. Y es que desde el 19 de abril, Cualedro vivió días sumergidos en una desolación y pena constante, debido al endurecimiento de las medidas, en nivel máximo de restricciones. Incluso cuando todos celebraban el desahogo, Cualedro se resignaba en su encierro. “Por fin temos liberdade!” es el grito colectivo de los vecinos, que por fin ven la luz y disfrutan del alivio de restricciones. “Estamos moi contentos, facía falta esto, xa só temos 3 casos no concello e penso que esto vai ir mellorando”, cuenta Luciano Rivero, alcalde de Cualedro, con la preocupación puesta ahora en los locales comerciales: “Despois de solventar o tema sanitario, o máis importante é a economía das persoas”. El más perjudicado fue el sector de la hostelería. Mari Carmen Casas, del bar A Subida, abría hoy la persiana después de este mes “tan duro”, y emocionada señalaba que “é un alivio, unha gran alegría, non hai palabras para describilio”, con una sonrisa bajo la mascarilla. Esa sonrisa que desapareció durante estas semanas en Cualedro y que sus vecinos vuelven a lucir. “Era deprimente, agora polo menos podemos sentarnos a tomar un café, só esperamos que aguante”, cuenta Agripina, una habitante del municipio, que hasta bromea aliviada “por fin os homes van poder marchar da casa para botar a partida, que tamén interesa”. Toque de queda Más allá de la reapertura de los negocios hosteleros y la libertad de movimiento, Cualedro también brinda por el fin del toque de queda, y como asegura José Javier Carnero, vecino de Lucenza, “é esa sensación de liberdade de poder coller o coche a hora que che apeteza e ir a calquera lado sen preocupacións de horarios”. Todos coinciden en que esa hora de “vuelta a casa era asfixiante”. Y como reflexionó el regidor municipal, “cando che sacan o máis básico como xuntarte coa familia ou con algún amigo e tomar un vaso de viño é cando realmente o valoras”, ante el respiro que dio el coronavirus, donde todos sus habitantes miran hacía delante.