TELÉFONO ROJO

Benito Iglesias: "Mucho pase pero no pasamos"

qws

Hablamos del Mundial con... Benito Iglesias, presidente de Fegein y del Club Financiero de Ourense

No hace falta ser futbolista, futbolero o tener el título de entrenador, como Javier Irureta le reclamaba a los periodistas con la intención de resguardarse de las críticas por un planteamiento miedica, para darse cuenta de que las esperanzas de la selección en el Mundial tenían menos fundamentos que una mentira. Fue ayer en octavos contra Rusia y en  la suerte de los penaltis, pero pudo haber sucedido antes y se hubiese ahorrado un sufrimiento innecesario. Un equipo que empata contra Portugal y Marruecos y le gana por la mínima a Irán en la primera fase sólo es candidato al fracaso. Que el VAR te envíe a la parte fácil de cuadro incrementa notablemente el ridículo. A la tan zarandeada Argentina de Messi la tumbó Francia con Mbappé inmenso; Portugal de Ronaldo entregó la cuchara contra la roca uruguaya y los latigazos de Cavani. España se desnucó sola porque Rusia le regaló el campo y la pelota. 

Benito Iglesias, presidente de la Federación Galega de Empresarios Inmobiliarios (Fegein), Adeido y el Club Financiero de Ourense entre otras ocupaciones, recibe la llamada del teléfono rojo minutos después de que los once metros certifiquen la defunción de un equipo descabezado. Comienza avisando de que no sabe mucho de fútbol y de que no es futbolero, pero los comentarios de los que dicen saber como José Antonio Camacho estorban más de lo que aportan para descifrar el juego de un combo previsible. "Esta selección no es un equipo ni tampoco resolutiva. El presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, el exselecionador Julen Lopetegui, y el presidente de la Federación, Luis Rubiales, se cargaron el Mundial antes de que comenzase. Los tres antepusieron el interés personal al de un país. Florentino y Lopetegui por anunciar el fichaje 24 horas antes de que comenzase el torneo y el presidente de la Federación por actuar de manera precipitada. Eso no se hace, no puedes cambiar al gerente de una empresa el día antes de un acontecimiento importante. A Fernando Hierro le cayó el marrón y ya se ha visto el resultado".

Benito Iglesias confiesa que durante el primer tiempo se quedó dormido. Es comprensible. Eso mismo estuvo a un tris de ocurrirle al chófer de anécdotas que ya ha perdido la esperanza de pilotar el carromato de un Putin crecido a pesar de que no daba un rublo por su equipo. "Es que a España le vi pase, pase, mucho pase, pero no pasaba nada y al final tampoco pasamos. No he apreciado equipo ni tampoco a alguien con la imagen resolutiva como Cristiano Ronaldo cuando se disponía a lanzar la falta contra nosotros en el primer partido de la primera fase. Rusia hizo su partido, se cerró y salió a la contra. Quizá Lopetegui hubiese propuesto otras soluciones que Hierro no fue capaz de encontrar porque no tiene experiencia o porque no hizo el equipo". 


SÚPER DÉPOR


Benito Iglesias quiere pedir el cambio pretextando que ni siquiera ha jugado al fútbol cuando era pequeño ni a su padre le apasionaba. "A mí me interesaba más la lectura, la empresa, la política, el movimiento asociativo.." Para no haber pateado la pelota ni haber seguido la competición más allá de un vistazo rápido a los resultados, Iglesias va directo a portería. Algún partido de su hijo pequeño sí se tenido que tragar –tiene otras dos hijas– y durante un tiempo se convirtió en hincha del Súper Dépor. "Aunque soy de Ourense me enganché a los valores que desprendía, como la humildad del entrenador, Arsenio Iglesias, y el trabajo en equipo de futbolistas como Mauro Silva, Bebeto o Fran. Tengo que admitir que escuchaba los programas de deportes en la radio por la noche después de las tertulias políticas y que incluso cambiaba la agenda para seguir los partidos por televisión. Era la representación de David contra Goliat". Como ayer.

Te puede interesar