TELÉFONO ROJO

Manuel Baltar: "El Mundial acaba en Eurocopa"

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photo_camera Neymar tendido sobre el suelo en la derecha y en la izquierda el presidente provincial Manuel Baltar.

"Las semifinales serán una especie de Eurovisión porque no hay rastro del fútbol sudamericano", afirma el presidente provincial al Teléfono Rojo.

Europa frente América con el Mundial en juego. El planeta pendiente. Y el chófer de anécdotas que quería ser de Putin durante la justa que decide el potencial futbolístico de un país, al final contento contra pronóstico porque el teléfono rojo no lo haya llevado hasta Rusia, ya que a cambio le ha permitido acompañar a Piturri durante su último viaje. "Si quieres lo dejamos para otro día", sugiere Manuel Baltar cuando se entera de una jornada de tanatorio y poco fútbol. Pero como Piturrín era un vitalista empedernido –no quiere decir que Putin no lo sea– saldría al corte: "No pierdas ni un minuto. Si estás en la vida, ¡vive!" Obedeciendo la orden, hay que rellenar el folio de cada día y cuando la tecla se enreda la solución es darle la pelota Baltar. No se trata de peloteo al presidente de la Diputación de Ourense, como podrían reprochar los malpensados, sino un recurso ante una emergencia porque cuando era niño podía descifrar el nombre de todos los jugadores de un álbum de cromos con la única pista de las rodillas. 

Antes de profundizar en el origen de su pasión futbolística, adentrémonos en la jornada con un Uruguay-Francia y un Brasil-Bélgica, dos posibles finales disputándose en la primer asalto de los cuartos con ocho campeonatos del mundo en el campo. Los uruguayos no pudieron superar la ausencia del lesionado Cavani, los belgas supieron pegar primero y después sufrir ante el empuje desesperado de los brasileños. "Las semifinales serán una especie de Eurovisión: Francia-Bélgica y puede que Croacia-Inglaterra. El Mundial acaba en Eurocopa porque ya no queda ni rastro del fútbol sudamericano", comenta Baltar.  

Avisó de la candidatura de Bélgica antes de que comenzase el torneo cuando los futboleros se dejaban cegar por el brillo de otros focos y las prédicas de venerados mesías. Y su pronóstico se está cumpliendo con el español Roberto Martínez entrenando a la llamada generación de oro. "Son muy poderosos físicamente con Fellaini, Lukaku, Meunier... Hazard y De Bruyne son dos superclase". A continuación enumera una larga ristra de figuras de otros tiempos como Lozano, Scifo...

A Manuel Baltar el campeonato le está pareciendo tan físico como cantarín en las porterías. Prefiere el fútbol más sutil. "No hay nada más bonito que bajar una pelota". Por eso, y aunque no le gustaría que  Ronaldo abandone el Real Madrid porque "le quedan tres años buenos y no hay delantero con más hambre que él", en el brete de tener que buscarle sustituto se fijaría en Neymar antes que en Mbappé, "un atleta pero más tosco con los pies". 

"¿Quién no ha soñado de niño con jugar un Mundial?", responde a una pregunta sin fundamento a alguien que lució el número 7 en la camiseta del Pabellón de Ourense en infantiles y en juveniles. "Era extremo derecho, pero no por la política", bromea. 


Con Butragueño contra Rusia


Atribuye su madridismo insobornable al Blanco de su segundo apellido, aunque reconoce que el pie izquierdo de Maradona lo convierte en el mejor jugador de la historia. Baltar es abonado del Real Madrid desde 2007 y ahora compadrea con un 7 histórico como Emilio Butragueño, "el héroe de Querétaro" al meterle cuatro goles a Dinamarca en el Mundial de México 86. Precisamente el Buitre vio a España despeñarse en octavos en los penaltis contra Rusia en su casa de Esgos. "Vino a pasar unos días y para mí es un gran honor". La relación comenzó en el homenaje al ourensano Miguel Ángel. El Gato defendió la portería de la selección en Argentina 78.

España ha malbaratado una ocasión imperdonable de plantarse otra vez en el centro "de una batalla sin bombas pero con disparos a puerta. El Mundial es lo máximo". Hay que vivir lo que queda sin perder un minuto.  

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