Las autoridades elevan el número de muertos y desaparecidos a 15.000

Unas 23.000 personas aún continúan aisladas

Una superviviente busca los restos de la casa de sus padres en la prefectura de Miyagi. (Foto: EVERETT KENNEDYS)
Unas 23.000 personas siguen aisladas en las áreas más afectadas por el terremoto y el subsiguiente tsunami que devastaron el norte de Japón el pasado 11 de marzo, mientras que las malas condiciones meteorológicas dificultan las operaciones de auxilio. Así lo señaló ayer la Oficina de Ayuda Humanitaria de la ONU (OCHA), haciéndose eco de informaciones recibidas de la oficina del primer ministro japonés y otras fuentes oficiales niponas.
La OCHA informó que se recolectó una gran cantidad de ayuda humanitaria en el país, pero el mayor problema es hacerla llegar a las 430.000 personas que se quedaron sin hogar por las catástrofes combinadas del seísmo y el tsunami.

En su informe diario sobre la situación en Japón, la OCHA señala que 'la falta de gasolina está haciendo difícil distribuir la asistencia a cada centro de evacuación'. Asimismo, el organismo menciona que la preocupación es creciente con respecto a la salud de los evacuados, particularmente por la falta de suministros médicos y los problemas de calefacción.

'Según los doctores desplegados en la zonas afectadas, muchos de los evacuados se están enfermando, tienen diarrea y otros problemas causados por el frío, la falta de agua limpia y de (servicios apropiados de) saneamiento', indica la OCHA.'.

Por otra parte, las autoridades de Japón aumentaron a 5.429 los muertos y a 9.594 los desaparecidos por el terremoto y posterior tsunami del día 11 en el noreste de país, según el último cómputo oficial facilitado hoy por la Policía.

Se teme que la cifra final de víctimas se incremente todavía en algunos municipios de las provincias más afectadas, como Iwate, Miyagi y Fukushima.

Más de 100.000 militares y reservistas japoneses, ayudados por voluntarios extranjeros especialistas en salvamento, peinan la zona devastada en busca de supervivientes atrapados bajo los escombros o arrastrados mar adentro por la ola gigante de diez metros de altura.


FRÍO Y DESTRUCCIÓN

Los equipos de rescate luchan contra el intenso frío al norte de la isla de Honshu y la enorme destrucción provocada por el seísmo. Por ahora, rescataron o a unas 26.000 personas, según la información que fue divulgada por el Gobierno japonés.

Casi 80.000 edificios y viviendas fueron destruidos y más de medio millón de evacuados vive en unos 2.500 refugios temporales, muchos de los cuales no tienen agua potable o electricidad.

De todas formas, la Agencia Nacional de Policía señaló que la cifra de desaparecidos que se está facilitando es sólo orientativa. Este cuerpo policial explicó que representa a los ciudadanos que se encuentran registrados como tales, pero, en realidad, podría haber decenas de miles que no están no incluidos en la mencionada lista.

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