Medio año después del tiroteo que costó la vida a 12 personas durante el estreno de la película de Batman en la localidad de Aurora, Colorado, este pueblo americano volvió a vivir una nueva crisis por el asesinato de tres rehenes y su secuestrador.
Tres personas murieron a manos de un hombre armado, que también falleció, por los disparos de la Policía, según informó ayer una televisión local. Tras casi seis horas de asedio con unos 40 agentes de policía y fuerzas especiales, las autoridades informaron al canal local de la NBC que encontraron cuatro cadáveres en la vivienda que tenían acordonada, uno de ellos el tirador, sin que se facilitaran más detalles sobre lo ocurrido. Otra persona logró escapar de la vivienda del secuestrador al inicio del suceso y alertó a las fuerzas del orden, según las mismas fuentes.
Los agentes, que recibieron disparos desde el interior de la casa, llegaron a lanzar gases lacrimógenos hacia la vivienda, en la que se cree que el sospechoso mantenía como rehenes a las otras tres personas. Al cierre de este periódico, se desconocía la identidad, edad de las víctimas y motivos del tiroteo, que se da en un momento en el que Estados Unidos debate sobre la limitación del acceso a las armas, especialmente a aquellas de gran calibre o asalto. La portavoz de la Policía de Aurora, la sargento Cassidee Carlson, indicó que se cree que los fallecidos son familiares del secuestrador que desencadenó la situación.
Según informó el canal 7News, un negociador estuvo en contacto con el asaltante, aunque este cortaba las comunicaciones con frecuencia. Carlson indicó que la policía operaría con la máxima precaución para evitar víctimas.
Los agentes, que recibieron disparos desde el interior de la casa, llegaron a lanzar gases lacrimógenos hacia la vivienda, en la que se cree que el sospechoso mantenía como rehenes a las otras tres personas. Al cierre de este periódico, se desconocía la identidad, edad de las víctimas y motivos del tiroteo, que se da en un momento en el que Estados Unidos debate sobre la limitación del acceso a las armas, especialmente a aquellas de gran calibre o asalto. La portavoz de la Policía de Aurora, la sargento Cassidee Carlson, indicó que se cree que los fallecidos son familiares del secuestrador que desencadenó la situación.
Según informó el canal 7News, un negociador estuvo en contacto con el asaltante, aunque este cortaba las comunicaciones con frecuencia. Carlson indicó que la policía operaría con la máxima precaución para evitar víctimas.
