Miles de personas salieron a la calle en las principales ciudades para pedir la caída del régimen

Asad achaca la crisis siria a una conspiración extranjera

El presidente de Siria, Bachar al Asad, durante el discurso que dirigió a la nación. (Foto: WAL HAMZEHY)
El presidente sirio, Bachar al Asad, destacó ayer la importancia de un diálogo nacional para salir de la crisis en Siria y seguir con las reformas, aunque se quejó de 'un pequeño grupo de saboteadores' que explota las demandas de cambio. En un discurso en la Universidad de Damasco, el tercero desde el inicio de las protestas políticas a mediados del pasado mes de marzo, el mandatario denunció que 'cuanta más destrucción ocurre, más lejos está Siria del desarrollo y las reformas'.
El proceso de reformas 'es para nosotros una convicción', señaló Al Asad, que insistió en que 'se ha retrasado pero no detenido'. Entre estos cambios impulsados por el régimen están el levantamiento del Estado de Emergencia, vigente desde 1963, y los proyectos de ley electoral y de partidos políticos. El mandatario dijo que estas reformas van a crear 'una nueva realidad (política) a través de la ampliación de la participación popular en la dirección del Estado'.

Por otro lado, Al Asad recordó que las elecciones parlamentarias están previstas para agosto y que 'si no se posponen' ese mes habrá un nuevo Parlamento, que podrá empezar a enmendar la Constitución o redactar una nueva. Volvió a denunciar la existencia de 'una conspiración internacional' contra Siria y aseguró que se castigará a 'los responsables del derramamiento de sangre en el país'.

De los incidentes, que causaron ya más de mil muertos, acusó a grupos armados, delincuentes perseguidos por las autoridades e islamistas radicales. 'Han difamado la imagen de la nación en el exterior, han abierto las puertas a la injerencia extranjera y han cambiado la postura política nacional', denunció.


INCIDENTES Y MANIFESTACIONES

El discurso coincidió con la intensificación de las protestas contra el régimen de Al Asad en todo el país y el éxodo de miles de refugiados a Turquía debido a la represión militar y policial. A los refugiados también se refirió el mandatario, quien pidió a los desplazados que regresen a sus pueblos. Al Asad, citó a los habitantes del pueblo de Yisr al Shugur, próximo a la frontera con Turquía, donde irrumpieron los militares el pasado 12 de junio.

Cerca de allí, las autoridades hallaron ayer una nueva fosa común con 'cadáveres de los mártires de la policía y las fuerzas de seguridad que fueron asesinados por organizaciones terroristas armadas', informó la televisión siria.

Posteriormente, miles de personas tomaron después las calles de varias ciudades sirias para pedir la caída del régimen y en respuesta al discurso del presidente Bachar al Asad. Los grupos opositores al régimen informaron de que las protestas tuvieron lugar en Alepo (norte), la segunda ciudad del país, Hama (centro), Latakia (noroeste) y en localidades de las provincias de Idleb y de Rif Damasco, entre otras. Según los denominados Comités Locales de Coordinación, cientos de estudiantes se manifestaron en la ciudad de Alepo, donde entonaron consignan pidiendo la caída del régimen y libertad. Este grupo aseguró que las fuerzas de seguridad y los 'matones' de régimen atacaron a los estudiantes y al decano de la Facultad de Ingeniería Mecánica. Además en Latakia, las fuerzas del orden reprimieron a los manifestantes que protestaban tras el discurso de Al Asad.

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