Inmigración

Austria dice que reforzará su frontera si Alemania activa las devoluciones

El canciller austríaco, Sebastian Kurz, advirtió que si los Estados toman medidas nacionales "otros reaccionarán", en referencia al acuerdo entre la CDU de Angela Merkel y la CSU de su ministro del Interior, que prevé crear centros para inmigrantes en la frontera germanoaustríaca.

El canciller austríaco, Sebastian Kurz, dijo este martes ante la Eurocámara que su país dará prioridad durante su presidencia del Consejo de la UE a la seguridad y lucha contra la inmigración ilegal y defendió la necesidad de un cambio "paradigmático" en la política migratoria europea.

"Proteger a la gente europea tiene que ser nuestra primera prioridad. Necesitamos un cambio paradigmático en nuestra política migratoria, centrarnos más en salvaguardar las fronteras exteriores", afirmó el mandatario durante la presentación en la Eurocámara de la presidencia austríaca de la Unión Europea (UE) que comenzó el domingo.

El Gobierno austríaco, una coalición de democristianos y ultranacionalistas, ha escogido como lema "Una Europa que protege" y fijado tres prioridades: reforzar la protección de las fronteras exteriores, la cooperación con los países vecinos y el impulso a la competitividad.

En un segundo plano quedan asuntos que ya estaban sobre la mesa, como la negociación del "brexit", la configuración del presupuesto comunitario para 2021-2027 o la reforma de la eurozona, que Kurz apenas mencionó.


Austria defiende una línea dura en materia de inmigración que comparten sus vecinos del Grupo de Visegrado, y asume la presidencia temporal de la UE en un momento en que el tema copa la agenda política por las demandas del nuevo Gobierno italiano, de línea antiinmigración, y las tensiones internas en Alemania


Kurz defendió reforzar las fronteras exteriores de la UE para "proteger" frente a la "inmigración ilegal" y se congratuló de que la cumbre europea de la semana pasada trajese un "cambio" hacia un modelo que contempla la "distribución" de la carga o las plataformas de desembarco de inmigrantes en terceros países.

Insistió además en que el refuerzo exterior es necesario para evitar que vuelvan a levantarse fronteras internas, pese a que su Gobierno se plantea cerrar la frontera sur del país en respuesta a Berlín.

"Como alguien que creció en una Europa sin fronteras, la presidencia austríaca hará todo lo posible para garantizar que a largo plazo tengamos de nuevo una Europa sin fronteras", dijo el canciller, de 31 años.

Advirtió, sin embargo, de que si los Estados toman medidas nacionales "otros reaccionarán", en referencia al acuerdo en Alemania entre la CDU de Angela Merkel y la CSU de su ministro del Interior, Horst Seehofer, que prevé crear centros para inmigrantes en la frontera germanoaustríaca.


"Si Alemania introduce medidas nacionales tendrá un efecto dominó. Significaría que Austria tiene que reaccionar", dijo Kurz, quien instó a esperar a conocer la posición final del Gobierno de coalición en Berlín, en el que también participan los socialdemócratas, para responder


Kurz puso también el acento en cooperar con terceros países, especialmente en África, así como con los Balcanes Occidentales y Rusia, con quien llamó a "abrir canales de diálogo".

Tanto el presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani, como el de la Comisión, Jean-Claude Juncker, coincidieron en la necesidad de reforzar las fronteras exteriores, pero pidieron al mandatario que impulse también el acuerdo para la reforma definitiva del sistema del asilo en la UE antes de fin de año.

Menos conciliadores, muchos eurodiputados recordaron a Kurz que la inmigración no es la única tarea por delante y criticaron que genere "miedo".

"Lo que vivimos en Europa no es una crisis migratoria, es una crisis política a costa de los inmigrantes. Mire las cifras antes de extender el miedo entre la población", dijo el líder del grupo liberal, Guy Verhofstadt, quien recordó que las llegadas de inmigrantes a la UE han pasado de más de un millón en 2015 a menos de 50.000 hasta junio de este año.

"El problema en Europa es que el único consenso que el Consejo, los primeros ministros y usted pueden acordar hoy es 'no en mi patio", dijo el eurodiputado.

En la misma línea, el jefe de los socialdemócratas, Udo Bullmann, criticó que "los partidos cristianodemócratas" hayan optado por la "política de la ansiedad", mientras que el vicepresidente de la Izquierda Unitaria, Meoklis Sylikiotis, le echó en cara que defienda una "fortaleza Europa".

Por el contrario, los grupos de Conservadores y Reformistas y Europa por la Libertad y la Democracia Directa, que agrupan a euroescépticos y nacionalistas, se congratularon del programa de Kurz.

El mandatario austríaco, por su parte, insistió en que su país es "europeísta" y trabajará en base a los "valores" compartidos para que la democracia, el Estado de Derecho y las libertades fundamentales sigan estando "en el corazón de Europa".

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