Un campesino peruano denuncia a una eléctrica alemana por el cambio climático

El denunciante asegura que una de las centrales térmicas de la empresa alemana está contribuyendo a derretir el glaciar próximo a su hogar. 

Un campesino peruano acude hoy ante la justicia alemana para reclamar una compensación a la eléctrica RWE, una de las mayores de Europa, porque sus centrales térmicas están contribuyendo a derretir el glaciar próximo a su hogar y poniendo en peligro su subsistencia.

Según explicó a Efe Stefan Küper, responsable de prensa de la ONG alemana Germanwatch, Saul Lliuya, vecino de 36 años del pueblo andino de Huaraz (centro de Perú), comparece a las 12.00 hora local (11.00 GMT) en la Audiencia Provincial de Essen (oeste de Alemania) en la apertura de su proceso contra RWE, a la que considera corresponsable del cambio climático a nivel mundial.

En concreto, Lliuya denuncia que el calentamiento global está derritiendo el glaciar próximo a Huaraz, lo que está elevando tanto el nivel del lago glaciar adyacente que teme que se acabe desbordando e inunde su localidad con consecuencias humanas y materiales catastróficas.

"Es una bomba de relojería", aseguró a medios alemanes su abogada, Roda Verheyen.

Por esto, el peruano insta a la eléctrica a que asuma su parte de responsabilidad financiera y le exige 17.000 euros en medidas de prevención para su comunidad o al menos 6.300 euros, lo que le ha costado construir una segunda planta a su vivienda para protegerse en caso de inundación.

RWE, a través de una portavoz, tachó la denuncia de injustificada y apuntó que ya en la década de los 90 el Tribunal Supremo y el Tribunal Constitucional de Alemania negaron la posibilidad de denunciar a empresas energéticas concretas por la contaminación atmosférica genérica.

La portavoz agregó que el cambio climático es un problema global que debe resolverse a escala internacional y que la compañía cumple todas las leyes europeas e invierte miles de millones en nuevas tecnologías menos contaminantes y en energías renovables.

Lliuya cuenta con el apoyo técnico de Germanwatch y con el soporte financiero de la fundación alemana Zukunftsfahigkeit.

RWE perdió en 2015 un total de 170 millones de euros, tras haber obtenido un beneficio de 1.704 millones el ejercicio anterior.

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