Rescate

Carrera contra reloj para mantener a salvo a los niños atrapados en una cueva de Tailandia

En esta época, en la que la temporada húmeda apenas ha comenzado, la máxima preocupación es que los niveles de agua sigan aumentando, ya que los niños están sobre un saliente de roca.

Las lluvias del monzón amenazan con inundar completamente la cueva en la que están atrapados desde hace más una semana doce niños tailandeses y su monitor de un equipo de fútbol.

Por ello, las autoridades de Tailandia y los equipos de rescate han iniciado una carrera contra reloj para poder sacarlos de allí antes de que lleguen las tormentas y se complique aún más una situación que ya es muy peligrosa.

Se sigue drenando el agua que hay acumulada en las galerías, pero las previsiones alertan de fuertes lluvias en las próximas jornadas. Otros equipos siguen recorriendo la ladera de la montaña con la esperanza de encontrar otra forma de entrar y salir de la cueva.


En esta época, en la que la temporada húmeda apenas ha comenzado, la máxima preocupación es que los niveles de agua sigan aumentando, ya que los niños están sobre un saliente de roca


Se evalúan varias opciones de rescate y, hasta el momento, ninguna está clara. Sobre todo cuando las condiciones meteorológicas aún podrían complicar más la situación.

Los buceadores que lograron llegar hasta ellos tardaron tres horas en hacer el recorrido de unos cuatro kilómetros desde el exterior hasta el lugar en el que aguardan a ser rescatados. Eran expertos, y no niños asustados y débiles tras diez días sin comer.

Si los niños no logran aprender técnicas de buceo y consiguen respirar a través de las máscaras, tendrán que esperar al menos cuatro meses a que se retiren las aguas para poder ser rescatados.

La prioridad, de hecho, es enseñar a los niños, ninguno de los cuales sabe nadar, a usar aparatos de respiración para que puedan ser ayudados por buzos de rescate a sortear las galerías que están inundadas de aguas turbias y fangosas, pero que son la única vía de salida.


Si consiguieran que los menores aprendieran a usar el equipo de buceo, podrían estar fuera de la cueva en una semana. Sin embargo, la corta edad de los niños, algunos de 11 años, su inexperiencia y tener que bucear sin visibilidad y a través de aguas fangosas y contra corriente, lo convierten en algo complicado y muy peligroso


Aunque los rescatistas están tratando de encontrar la mejor manera de llevarlos a todos a un lugar seguro, los funcionarios han enfatizado que no tienen la intención de correr "riesgo alguno" con la seguridad de los niños.

"No vamos a apresurarnos para sacar a los muchachos de la cueva", ha manifestado Narongsak Osoththanakorn, gobernador de la provincia de Chiang Rai, donde se encuentra la ruta. "El que tenga un menor riesgo de salir será el primero en abandonar la cueva", ha continuado.

Los equipos de rescate, que se encuentran trazando un plan para sacar al grupo de la cueva, han entregado alimentos, agua y material sanitario a los miembros del equipo, que llevan ya diez días atrapados, según ha informado la cadena de noticias BBC.

"Les hemos dado alimentos fáciles de digerir y ricos en energía, vitaminas y minerales, siempre bajo la supervisión de un médico", ha explicado el jefe de las fuerzas especial de la Marina de Tailandia, Apagorn Youkonggaew.

Los equipos de emergencia también están tratando de instalar una línea telefónica para que el grupo pueda hablar con sus familias, pero los intentos de hacerlo fracasaron el martes.

Fuera de la cueva, los médicos están organizando ensayos en caso de que el grupo pueda ser sacado


Los trece desaparecidos, que podrían pasar hasta cuatro meses en el interior de la cueva, fueron hallados con vida después de que los buzos lograran reducir la entrada de agua en la cueva. Todos ellos se encuentran a unos 4 kilómetros de la entrada de la gruta


Los miembros del equipo, doce niños de entre 11 y 16 años, y su entrenador, un joven de 25, quedaron atrapados en la cueva --situada en el bosque de Tham Luang Khunnam Nang Non, ubicado en el distrito de Mae Sai-- debido a las inundaciones registradas en la zona a causa de las lluvias torrenciales.

Se cree que los muchachos se adentraron en la cueva en el norte de la provincia de Chiang Rai cuando estaba seco y que las fuertes lluvias repentinas bloquearon la salida.

Ahora, las rutas de entrada y salida están repletas de agua, escombro y lodo.

Algunas de las rutas implican escurrirse a través de espacios estrechos bajo el agua. En algunas partes es demasiado estrecho para usar un tanque de oxígeno y las salidas no son visibles, por lo que sería fácil para un niño entrar en pánico.

El complejo de cuevas de Tham Luang se inunda regularmente en temporada de lluvias, que dura hasta septiembre u octubre. La cuestión ahora es que no suba el agua y que inunde el lugar donde se resguarda el grupo.

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