Catedral de San Pablo solicita una orden judicial para desmantelar el campamento de 'indignados'

El público visita la catedral de San Pablo de Londres, Reino Unido, reabierta al público.
Las autoridades de La City londinense y la catedral de San Pablo han anunciado el arranque de medidas legales para solicitar una orden judicial que permita desmantelar el campamento levantado hace trece días junto al emblemático templo religioso, que este viernes ha reabierto sus puertas.

El cabildo catedralicio ha asegurado en un comunicado que, durante los últimos días, la institución ha pedido a los manifestantes acampados que evacúen 'pacíficamente' la zona. 'Como esto no ha ocurrido todavía y siguiendo el consejo de nuestros abogados, las acciones legales se han vuelto necesarias, lamentablemente', justifica la nota.

En cualquier caso, el cabildo sigue abogando por una 'solución pacífica' e incluso insiste en abrir un proceso de discusiones con los manifestantes de 'Occupy the London Stock Exchange' para lograr una solución. El canciller de la catedral, Giles Fraser, dimitió precisamente como responsable del funcionamiento del templo en un gesto de apoyo a los 'indignados' y ante el temor de que se produjesen incidentes violentos.

La comisión responsable de planificación y transportes dentro de La City, como se conoce a la zona centro de Londres, votó a favor de 'comenzar los procedimientos para retirar el campamento', formado por alrededor de 250 tiendas. La concentración constituye un 'uso indebido de la vía pública', según el informe presentado, que matiza que es una crítica no tanto a la protesta en sí sino a la forma en que se está desarrollando.

Las autoridades de La City han tenido en cuenta las carencias de higiene y el impacto de este campamento para la imagen de la catedral y para la circulación de los peatones, ya que frente a los 2.610 ciudadanos que, de media, circulaban cada hora en febrero por esta zona, el pasado 25 de octubre tan sólo se registraron por hora 1.750.

Sin embargo, el proceso de desalojo podría demorarse. Una fuente de la corporación municipal consultada por 'The Guardian' ha apuntado que podría llevar 'mucho tiempo'.

El primer ministro británico, David Cameron, admitió desde Australia, donde ha participado en un encuentro de la Commonwealth, que, tras la protesta, subyace 'una cuestión más amplia' y, aunque ha reconocido el derecho de los ciudadanos a manifestarse, también ha marcado límites. 'No veo que el derecho de manifestación tenga que incluir la libertad para montar una tienda en el lugar que quieras de Londres', ha explicado.

La catedral ha reabierto este viernes sus puertas al público y ha retomado sus actividades tras cerrar la semana pasada por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial. Cada día, el cierre ha supuesto una reducción de ingresos de unas 20.000 libras (unos 22.700 euros).

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