Los manifestantes tibetanos que cometieron serios crímenes serán tratados con dureza, pero aquellos que muestren arrepentimiento recibirán algo más de indulgencia, según aseguró el gobernador de Tíbet, Qiangba Puncog, tras vencerse la hora límite de la medianoche de ayer para que los alborotadores se entregaran.
Puncog se refirió a los incidentes de la semana pasada en Lhasa y en las provincias chinas vecinas a Tíbet declarando que 'el Gobierno ha manejado el asunto dentro de los límites de la ley'. También destacó que 'ningún otro país habría permitido esta violencia.
Por último, Puncog explicó a los medios que los presos que hayan cometido crímenes, pero que puedan facilitar 'información del resto de los involucrados' recibirán un trato mejor, aunque no entró en detalles.
Por último, Puncog explicó a los medios que los presos que hayan cometido crímenes, pero que puedan facilitar 'información del resto de los involucrados' recibirán un trato mejor, aunque no entró en detalles.
