El asalto perpetrado el sábado a un centro comercial en Nairobi por parte de la milicia islámica somali Al Shabab deja, por el momento, 68 muertos, más de 175 heridos y 30 secuestrados

Un comando israelí ayuda a liberar a los rehenes en Kenia

Dos policías acompañan a un compañero herido. (Foto: D. KUROKAWA)
Un grupo especial de las fuerzas de seguridad israelíes inició ayer una operación para liberar a la treintena de rehenes que mantiene el grupo radical islámico Al Shabab en el interior del un centro comercial, en el que murieron al menos 68 personas y unas 175 heridas. El grupo especial israelí accedió al edificio para tratar de liberar a los rehenes en la tarde de ayer.
Poco después de la entrada de los agentes israelíes, se produjo un tiroteo en el interior. y horas después se pudo escuchar una fuerte explosión en el centro comercial, la más potente de cuantas se han oído desde que comenzó la ocupación del grupo terrorista.

El tránsito de vehículos sanitarios entre el complejo comercial y el hospital de campaña, ubicado en un centro religioso próximo, se incrementó por momentos y los tres helicópteros que sobrevolaban la zona a muy baja altura, se retiraron. Sin embargo, tras unos pocos minutos de agitación, volvió la calma, al menos en el exterior del recinto comercial, donde el Ejército keniano estableció un extenso perímetro de seguridad.

Posteriormente, el Ejército keniano aseguraba haber liberado a la mayoría de los rehenes que permanecían retenidos. Según afirmaba en su perfil de la red de Twitter, los soldados tomaron la mayor parte del edificio y continuaban a última hora de anoche avanzando para neutralizar a los terroristas y rescatar a todos los rehenes.

Según la información facilitada por los diferentes cuerpos diplomáticos instalados en Kenia, entre los 68 fallecidos confirmados por la Cruz Roja keniana hay ciudadanos de al menos nueve países: Kenia, Reino Unido, Francia, Canadá, India, Perú, China, Sudáfrica y Ghana. Entre las víctimas también se encuentra un sobrino del presidente keniano, Uhuro Kenyyata, según dijo el mandatario en un discurso a la nación en el que advirtió que su país no se amedrentará y continuará luchando contra el terrorismo en Somalia.


CRÍTICAS A LA POLICÍA

Al contrario que la operación del Ejército, que consiguió rescatar a centenares de personas del interior del centro comercial, la actuación de la Policía fue cuestionada por algunas víctimas del asalto. Un ciudadano indio que se encontraba en el interior cuando comenzó el ataque denunció públicamente que la Policía no ayudó a los atrapados, que tuvieron que organizarse entre ellos para tratar de escapar.

El ataque terrorista comenzó el sábado y desde entonces, los terroristas permanecían atrincherados en un gran supermercado que hay en el interior del complejo. Al Shabab asumió la autoría de este asalto presentándolo como una acción de represalia por la presencia del Ejército keniano en Somalia.

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