Condenan que las autoridades mexicanas torturen a policías como método de entrenamiento

La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) reprobó que autoridades de un municipio mexicano capaciten a sus policías especiales vejándoles, y recordó que la tortura es un delito imprescriptible.
Este martes la prensa local mostró vídeos en los que, en un curso impartido en 2007, los agentes especiales de la ciudad de León (en el central estado de Guanajuato) son vejados y llevados al límite por sus mandos como parte de su adiestramiento para combatir al crimen organizado.

Por ejemplo, a uno de los agentes, un compañero le mete la cabeza en un hoyo advirtiéndole que en el mismo hay excrementos y 'ratas', al tiempo que le introducen agua por las fosas nasales.

Al conocer estos hechos, la CNDH, que actúa como Defensor del Pueblo, dijo hoy en un comunicado que 'reprueba la supuesta capacitación a policías de la ciudad de León en materia de aplicación de la tortura, de acuerdo con vídeos e informaciones públicas'.

'No es mediante el uso de ninguna técnica delictiva como debe combatirse el crimen organizado ni capacitarse a los integrantes de los cuerpos de seguridad', dijo la CNDH.

Agregó que 'la tortura está prohibida en el orden jurídico mexicano y es una de las más crueles expresiones de violación a derechos humanos y por ello, tanto en el ámbito nacional como en el internacional, se le considera un delito imprescriptible y de lesa humanidad'.

Jorge Avendaño Sánchez, portavoz del ayuntamiento de León, donde gobierna Vicente Guerrero, alcalde del conservador Partido Acción Nacional (PAN), reconoció que el curso se impartió pero aclaró que no hubo abusos contra los agentes sino ejercicios para enseñarles 'a resistir torturas'.

Por su parte, el director general de la policía municipal de León, Carlos Tornero Salinas, dijo que es imprescindible que los agentes enfrenten 'condiciones de alto estrés' como las que se muestran en los vídeos para enseñarles lo que es el sufrimiento de las víctimas de secuestros y otros delitos perpetrados por bandas.

Según el mando policial, con estos cursos se buscó 'sensibilizar a los oficiales' y quienes participaron en ellos no protestaron sino que aceptaron de buen grado los ejercicios, consistentes todos ellos en 'simulacros de fuerza real'.

México sufre un alud de violencia desde hace tres años con un saldo de 5.000 muertos atribuidos al crimen organizado, de los que 1.900 corresponden a lo que va de este año.

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