CON LOS PROTAGONISTAS DE LA HISTORIA

Cory Aquino y la dramática lucha por la democracia en Filipinas

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photo_camera Alfonso S. Palomares y José Rodríguez, con Corazón Aquino en el palacio de Malacañang durante su entrevista.

En 1972 Marcos se desembarazó de todas las normas y los ritos democráticos y para hacerse con el poder absoluto declaró la ley marcial en el país

Volé de Madrid a Manila pensando en poder hablar con Cory Aquino, la mujer increíble que por una trágica casualidad había llegado a la presidencia de la Republica de Filipinas después de una lucha dramática y eficaz contra la dictadura de los Marcos, Fernando e Imelda. Y se mantenía contra todos los vientos golpistas que querían derrocarla.

A pesar de su enorme popularidad, había varios grupos que querían acabar con ella al frente del país y por eso tuvo que neutralizar golpes de estado de una parte de los militares, insurrecciones de los comunistas, los fieles de Marcos quisieron recuperar el poder en un intento fallido en julio de 1987 que repitieron en el 89. El golpe del 87 fue el más incierto y con el aprendimos una nueva lección de periodismo. Como el golpe, en un principio, tenía visos de triunfar, las grandes agencias internacionales enviaron a Filipinas periodistas que estaban por la zona, EFE envió a uno de los corresponsales en Tokio y al delegado en Hong Kong, lo mismo hicieron el resto.

Las autoridades cerraron el aeropuerto de Manila y como Filipinas está compuesta por centenares de islas no había forma de salir a no ser por aire. Una vez dominado el golpe, tardó dos días en abrirse el aeropuerto y los periodistas que se quedaron sin trabajo se dedicaron a buscarlo y mantuvieron el tema Filipinas en la primera página de los periódicos. Una vez que se abrió el aeropuerto, los enviados especiales se marcharon y los corresponsales fijos se fueron a descansar y se produjo un repentino apagón informativo. En algunas facultades de periodismo se estudia este fenómeno para valorar la importancia de los periodistas que cubren un conflicto. En el mundo hay zonas muertas de noticias porque no hay periodistas que las cuenten. Ahora con los móviles no se le presta tanta atención a este fenómeno.


Llamando a las puertas


Después de aterrizar, le dije a Pepe Rodríguez que me estaba esperando, que hiciera todo lo posible para conseguir un encuentro con la presidenta Corazón Aquino. Pepe, como le conoce todo el mundo, sabe las puertas a las que hay que llamar para conseguir algo en Manila. Al día siguiente me dijo que había concertado un encuentro con la presidenta Aquino, desde que me lo dijo todas las otras visitas programadas perdieron interés en el mapa de mi curiosidad.

Admiraba  la historia de esa mujer y el coraje que le estaba echando para superar los golpes de estado y las permanentes conspiraciones que montaban para derribarla sin abandonar las tareas de gobierno. No estaba predestinada, ni había aspirado a un protagonismo político personal, se había limitado a apoyar la lucha de su marido Ninoy Aquino, contra la despiadada y corrupta dictadura de Marcos.
Cory Aquino nació en el seno de una familia rica que le permitió tener una formación cosmopolita. Estudió humanidades, matemáticas y francés en colegios de Nueva York y Filadelfia. Volvió a Manila para estudiar Derecho en su universidad, conoció a Ninoy Aquino y sus planes se desbarataron por una rápida  boda a los 22 años. Ninoy Aquino era periodista, había sido corresponsal en la guerra de Corea, cuando regresó entró en el Partido Liberal y muy joven fue elegido alcalde de Concepción  y más tarde gobernador de la provincia de Tarlac de donde era oriundo, mientras tanto su mujer paría cinco hijos. Ocupo después cargos ministeriales en el gobierno de Macapagal. Fue elegido senador y se opuso con gran vigor al presidente Marcos cuando tomó una deriva autoritaria.

En 1972 Marcos se desembarazó de todas las normas y los ritos democráticos y para hacerse con el poder absoluto declaró la ley marcial. Detuvo y encarceló a la oposición, entre ellos a Ninoy Aquino al que también condenó a muerte, pero fue indultado. Fueron años muy duros -nos dice la presidenta-. Ahora al tenerla delante de mí, me ofrece la imagen de una mujer normal, en cierta manera frágil, vestida con una elegancia sencilla. 
- ¿Cuáles fueron los días más duros que tuvo que afrontar?
- Fueron tantos y tan diversos. La política solo me dio quebraderos de cabeza. Muchos y muy variados, pero en las circunstancias que he vivido no podía eludir el compromiso de luchar por mi pueblo.

En 1980, al senador Aquino le permitieron exiliarse a los Estados Unidos y allí se fue con toda la familia, estableciéndose en los alrededores de Boston. Al comentar los tres años que pasó en el exilio bostoniano dijo que esos tres años habían sido los más felices de su vida. "Lejos de la lucha política, aunque mi marido lo hiciera con más intensidad. Yo podía leer, escuchar música y dedicarme a cosas que verdaderamente me interesaban, aparte de cuidar a mis hijos, aunque ya eran bastante mayores. La única preocupación para mí era saber cómo los Marcos estaban saqueando mi país". Ninoy no podía seguir con las manos cruzadas y decidió trasladarse a Manila para plantar cara al autócrata.

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Regreso y muerte de Ninoy 


La decisión de Ninoy Aquino de trasladarse a su país agitó profundamente la vida nacional. La mayoría le aconsejaba que no volviera en esos momentos, te matarán, le decían, y tienes toda la vida  por delante para luchar por Filipinas, en cambio muerto no podrás hacerlo. Cory también presentía lo peor. Desde que se anunció el vuelo en que regresaba se creó un clima de suspense como si se tratara del final de una obra de Agatha Christie.
No pudo llegar a la terminal del aeropuerto,  tenían prisa por matarlo y en la pista unos sicarios de Marcos dispararon sobre él dejándolo tendido en el suelo y muerto sobre un charco de sangre. Cory recibió la terrible noticia en Boston, la ansiedad se trasformó en rabia e impotencia. Todo filipinas  soltó un largo alarido contra Marcos, ahí empezó el principio del fin de su caída. Era el 21 de agosto de 1983, una fecha grabada en sangre en la memoria de Corazón que presidió, con gran dignidad y entereza, todas las ceremonias del duelo y el entierro. Los amigos y correligionarios le pidieron que cogiera ella las banderas del proyecto del marido, lo dudó al principio, pero no tenía otra alternativa, el imperativo ético se lo impedía. Era una magnifica oradora y supo contagiar su dolor y su esperanza al pueblo filipino.

Contra todo pronóstico Marcos convocó la última semana de noviembre de 1985 elecciones presidenciales. La oposición barajó dos nombres para encabezar la oposición, Salvador Laurel y Corazón Aquino, presidente y vicepresidenta. A medida que pasaban los días y viendo los vientos que soplaban a favor de Cory, decidieron que fuera al revés, Cory aspiraría a la presidencia  y Laurel a la vicepresidencia. Así fue. Se celebraron las elecciones y a la hora de proclamar los resultados, Marcos se otorgó la victoria. La burda mentira no se la creyó nadie. El pueblo salió en masa a la calle y de una manera constante mantuvo las manifestaciones. Era una marea popular que gritaba Aquino presidenta, Aquino presidenta. Un zigzag dramático hacía remolinos en el aire.

El 25 de febrero de 1986, Cory Aquino y Fernando Marcos tomaron posesión como presidentes, cada uno por su lado. En las calles estalló lo que Cory Aquino calificó e impulsó como la Revolución del pueblo y el pueblo era un grito contra Marcos. Por la noche, Marcos e Imelda acompañados de un numeroso séquito volaron para Honolulú, en Hawai, comenzaba su exilio  del que no volvió hasta después de su muerte.


Un largo camino


A Corazón como presidenta le esperaba una larga tarea por delante. El país estaba hundido en la miseria, la economía en bancarrota y la política desarbolada.
- ¿Cómo vivió ese día?
- Había una euforia popular por la huida de Marcos, pero yo tenía el gran desafío de restaurar la nación. Fueron unos días de trabajo febril. Establecimos un gobierno revolucionario bajo una Constitución provisional de la libertad. Liberamos a los presos políticos y empezamos los trabajos para elaborar una  constitución definitiva, democrática y permanente.    
El año 1986, la revista Time le consagró la portada declarándola  personaje mundial del año. Fue un golpe favorable que universalizó su lucha.
- ¿En el clima golpista que vive Filipinas cree que pueden derrocarla?
- Fui elegida por el pueblo y siempre me acompañó un amplio movimiento popular. Es difícil que triunfe un golpe, pero no se puede descartar del todo.
Cory Aquino, esta valerosa mujer, consiguió completar los seis años de mandato con una democracia consolidada. Es, sin duda, la madre de la democracia filipina.  En el palacio de Malacañang están colgados por orden suya los cientos y cientos de trajes de  gala y de sport así como más de un millar de zapatos y bolsos.
- ¿Por qué tomó esa decisión?
- Quiero que el pueblo vea como lo saqueaban.n

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