Decenas de policías egipcios han vuelto a desplegarse hoy en la frontera entre Egipto y Gaza, un día después de retirarse tras un primer intento fallido de cerrar el puesto fronterizo por el que pasan miles de palestinos. De momento, sólo se trata de un despliegue testimonial porque los efectivos se limitan a observar y a controlar el paso de los palestinos que continúan entrando y saliendo de Egipto.
Los palestinos buscan en Rafah, la ciudad más próxima, todo tipo de provisiones ante el bloqueo israelí. En las tiendas de la ciudad de están quedando sin provisiones y el pan ha sido el primer bien que ha escaseado. Un egipcio que regenta una tetería ha asegurado que ha tenido que desplazarse 45 kilómetros para comprar té.
A los que van a pie se les han unido cientos de vehículos palestinos, desde turismos hasta camiones de gran tonelaje. En esta jornada hay abiertos tres pasos de la frontera: la puerta de Brasil, la puerta de Salahedín -cerrado ayer por la mañana- y un tercer agujero en la valla fronteriza.
El improvisado sistema para introducir las mercancías en Gaza ha sido sustituido por un ordenado tránsito de camiones de transporte en los que los palestinos vuelven con todo tipo de ganado, pipas de agua, televisiones y centenares de motos, ya que aseguran que este tipo de locomoción gasta menos gasolina.
Más efectivos para controlar el paso fronterizo
Lo que se ha visto considerablemente reducido es el tráfico entre la localidad de Rafah, próxima a la frontera, y Al Arish, a 45 kilómetros del puesto, mientras que la presencia policial se ha multiplicado respecto a días anteriores, sobre todo conforme la carretera se aproxima a Rafah.
Fuentes de Seguridad han explicado que 2.000 efectivos policiales se han sumado hoy a los 1.500 que ya había desplegados en esas dos ciudades para expulsar a los palestinos. Según esas fuentes, los altos mandos de Seguridad egipcios esperan enviar de regreso a casa la próxima semana a todos los palestinos que entraron a Egipto.
A pesar de las dificultades para moverse de un lugar a otro, decenas de coches egipcios y palestinos, procedentes de la frontera, intentan alcanzar Al Arish por carreteras secundarias y pistas por el desierto que la policía todavía no ha cerrado.
La presencia policial también ha aumentado en la población de Sheij Zueid, a mitad de camino entra Rafah y Al Arish, donde tres camiones cargados con agentes cortan la vía de acceso y devuelven a todos los coches en los que viajan palestinos, a los que únicamente dejan viajar en dirección a Gaza.
A los que van a pie se les han unido cientos de vehículos palestinos, desde turismos hasta camiones de gran tonelaje. En esta jornada hay abiertos tres pasos de la frontera: la puerta de Brasil, la puerta de Salahedín -cerrado ayer por la mañana- y un tercer agujero en la valla fronteriza.
El improvisado sistema para introducir las mercancías en Gaza ha sido sustituido por un ordenado tránsito de camiones de transporte en los que los palestinos vuelven con todo tipo de ganado, pipas de agua, televisiones y centenares de motos, ya que aseguran que este tipo de locomoción gasta menos gasolina.
Más efectivos para controlar el paso fronterizo
Lo que se ha visto considerablemente reducido es el tráfico entre la localidad de Rafah, próxima a la frontera, y Al Arish, a 45 kilómetros del puesto, mientras que la presencia policial se ha multiplicado respecto a días anteriores, sobre todo conforme la carretera se aproxima a Rafah.
Fuentes de Seguridad han explicado que 2.000 efectivos policiales se han sumado hoy a los 1.500 que ya había desplegados en esas dos ciudades para expulsar a los palestinos. Según esas fuentes, los altos mandos de Seguridad egipcios esperan enviar de regreso a casa la próxima semana a todos los palestinos que entraron a Egipto.
A pesar de las dificultades para moverse de un lugar a otro, decenas de coches egipcios y palestinos, procedentes de la frontera, intentan alcanzar Al Arish por carreteras secundarias y pistas por el desierto que la policía todavía no ha cerrado.
La presencia policial también ha aumentado en la población de Sheij Zueid, a mitad de camino entra Rafah y Al Arish, donde tres camiones cargados con agentes cortan la vía de acceso y devuelven a todos los coches en los que viajan palestinos, a los que únicamente dejan viajar en dirección a Gaza.
