La derecha nacionalista, gran favorita de las elecciones federales suizas

La derecha nacionalista, con un mensaje en favor de controlar con más vigor la inmigración, es la gran favorita de las elecciones que se celebran el domingo en Suiza y que determinarán la formación del nuevo Gobierno en diciembre.
En un país en el que el 22 por ciento de sus 7,9 millones de habitantes son de origen extranjero, la inmigración es un tema sensible, sobre todo a raíz de la incorporación de Suiza al tratado de Schengen de libre circulación de personas.

Y la Unión Democrática de Centro (UDC) liderada por Christoph Blocher, un partido calificado como ultraderechista y xenófobo desde los partidos de izquierda, ha sabido aprovechar en su favor el principal elemento de preocupación de los electores suizos.

Autores de carteles de propaganda que dieron la vuelta al mundo, como los de los minaretes de las mezquitas con forma de misiles para expresar su rechazo a su construcción en Suiza o el de los borregos blancos expulsando del territorio helvético a una oveja negra en la campaña de 2007, los estrategas de la UDC han mantenido la línea.

Esta vez el cartel más impactante ante las elecciones ha sido el de unas botas negras en primer plano pisando la bandera suiza, seguidas de varios individuos más, todos ellos de negro, acompañado por una leyenda en favor de 'Detener la inmigración masiva'.

La UDC fue la impulsora del referéndum de noviembre de 2010 en el que los suizos aprobaron con un 52,8 por ciento de los votos una iniciativa en favor de expulsar automáticamente del país a los extranjeros que hayan cometido crímenes y en las fechas previas a la cita electoral del domingo han insistido en el mensaje.

La última encuesta sobre intención de voto publicada concede a la UDC un 29,3 por ciento de respaldo, una leve mejora con respecto a las elecciones de 2007, cuando obtuvieron un 28,9 por ciento.

Según este sondeo, el bloque de la derecha se hará con la mayoría de las dos cámaras de la Asamblea Federal o Parlamento: el Consejo Nacional, que representa al pueblo, y el Consejo de los Estados, que representa a los 26 cantones en que está dividido el país.

Al 29,3 por ciento de la UDC, se sumarían el 15,2 de votos para el Partido Liberal Radical (PLR), el 14,2 por ciento del Partido Democristiano (PDC), el 4,9 por ciento de los Verdes Liberales (V-L) y el 3,6 por ciento del Partido Burgués Democrático (PBD).

Frente al aproximadamente 67 por ciento de los votos de la derecha, el Partido Socialista (PS), se haría con el 19,9 por ciento de los votos y los Verdes con el 9,3 por ciento.

Esta encuesta, la última permitida por la ley electoral suiza, relacionaba la posición electoral privilegiado de la UDC con el hecho de que la mayor preocupación de los suizos en estos momentos es la inmigración, por delante de la energía atómica y el medio ambiente, y cuestiones como los seguros médicos y la sanidad.

La previsión es que el índice de participación se sitúe por debajo del 50 por ciento de los votantes, la gran mayoría de los cuales no acuden a las urnas, sino que envían su sufragio por diversos medios, de manera que la votación terminará oficialmente a mediodía del domingo, tras lo cual comenzará el recuento.

A partir del lunes comenzará otra batalla, la de la formación del nuevo Consejo Federal, la autoridad ejecutiva o Gobierno, cuyos siete miembros son designados por el Parlamento Federal y que operan y deciden de manera colegiada, con responsabilidad compartida.

Actualmente está integrado por dos miembros del PS, dos del PRD, y uno, respectivamente, del PDC, el PBD y la UDC, partido este último que reclama un consejero federal más dada su creciente influencia en el panorama político suizo.

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