La Policía italiana detuvo hoy en diversas provincias del país a 15 personas supuestas integrantes de una red de narcotráfico internacional que introducía droga en Italia procedente de España, con la ayuda del clan mafioso de los Cappello-Bonaccorsi, de la Cosa Nostra siciliana.
Según fuentes policiales, las investigaciones, en las que colaboraron dos arrepentidos de la mafia, comenzaron en 2009 cuando se aprehendieron 30 kilogramos de cocaína y 4 pistolas.
Sobre los detenidos pesan, entre otras, las acusaciones de asociación delictiva por tráfico internacional de sustancias estupefacientes con el agravante, para algunos, de haber apoyado la actividad de asociación mafiosa del clan Cappello-Bonaccorsi.
Las investigaciones han desvelado que a Catania (Sicilia) llegaban 30 kilogramos de cocaína pura cada 15 días que eran compradas por un precio comprendido entre los 43.000 y 47.000 euros, así como que España era sólo una etapa del narcotráfico, ya que la droga provenía de Sudamérica.
La cocaína era importada de España a Italia a través de canales napolitanos, y posteriormente era revendida a Sicilia, gracias a los enlaces del clan Cappello-Bonaccorsi.
Los sicilianos y los españoles implicados en el tráfico de la droga se comunicaban a través de mensajes de texto con un lenguaje de tipo sentimental para evitar ser descodificados.
Sobre los detenidos pesan, entre otras, las acusaciones de asociación delictiva por tráfico internacional de sustancias estupefacientes con el agravante, para algunos, de haber apoyado la actividad de asociación mafiosa del clan Cappello-Bonaccorsi.
Las investigaciones han desvelado que a Catania (Sicilia) llegaban 30 kilogramos de cocaína pura cada 15 días que eran compradas por un precio comprendido entre los 43.000 y 47.000 euros, así como que España era sólo una etapa del narcotráfico, ya que la droga provenía de Sudamérica.
La cocaína era importada de España a Italia a través de canales napolitanos, y posteriormente era revendida a Sicilia, gracias a los enlaces del clan Cappello-Bonaccorsi.
Los sicilianos y los españoles implicados en el tráfico de la droga se comunicaban a través de mensajes de texto con un lenguaje de tipo sentimental para evitar ser descodificados.
