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EEUU y Europa respaldan a Ucrania en su crisis marítima con Rusia

El Parlamento ucraniano aprobó este lunes el estado de excepción a partir del 28 de noviembre 

Estados Unidos y los países de la Unión Europea (UE) respaldaron este lunes en la ONU a Ucrania en su crisis con Rusia, condenando la actuación de Moscú y exigiendo la liberación inmediata de los buques y marineros capturados.

El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas abordó la situación en el mar Negro en una reunión de urgencia, convocada después de que este domingo la guardia costera rusa apresara tres embarcaciones de la Armada ucraniana, hiriendo a varios tripulantes.

Para EEUU, la acción de Rusia supone una "violación intolerable" de la soberanía territorial de Ucrania y una nueva "escalada temeraria" por parte del Kremlin.

"Rusia debe cesar inmediatamente su conducta ilegal y respetar los derechos de navegación y libertades de todos los Estados", insistió la embajadora estadounidense, Nikki Haley, durante la reunión.

Haley aseguró que la comunidad internacional "nunca aceptará" actos como este y dijo que todo el Gobierno liderado por Donald Trump comparte su preocupación sobre esta crisis.


"Como el presidente Trump ha dicho muchas veces, Estados Unidos daría la bienvenida a una relación normal con Rusia, pero acciones ilegales como esta continúan haciendo eso imposible", apuntó


Los países europeos del Consejo de Seguridad hicieron piña y volvieron a dejar claro su "total reconocimiento de la integridad territorial, independencia y soberanía de Ucrania en sus fronteras reconocidas internacionalmente".

Francia, Holanda, Polonia, Suecia y el Reino Unido pidieron de forma conjunta a Rusia que libere a los marineros y buques capturados, y que restaure la libertad de paso en el estrecho de Kerch, que une el mar Negro y el mar de Azov.

Además, trasladaron su solidaridad a Ucrania e insistieron en que nada justifica el uso de la fuerza por parte rusa.

Más allá de los discursos, de la reunión del Consejo de Seguridad no salió hoy ninguna medida concreta, como ha ocurrido durante los últimos años en decenas de encuentros sobre el conflicto ucraniano, dado que el poder de veto de Rusia bloquea cualquier iniciativa.

El aislamiento de Moscú en este asunto, sin embargo, volvió a hacerse evidente hoy, cuando la delegación rusa perdió con claridad un voto de procedimiento para que la reunión se celebrase bajo su propuesta y no la hecha por Ucrania.

Moscú, en su turno de palabra, culpó exclusivamente al Gobierno ucraniano del choque de este domingo, asegurando que se trató de una "provocación planeada previamente" por Kiev con el apoyo de potencias occidentales.

Según el embajador adjunto ruso, Dmitri Polyanskiy, el presidente ucraniano, Petró Poroshenko, habría orquestado la crisis en un intento por cancelar las elecciones previstas para marzo y mantenerse en el poder.



"Todos sabemos de qué se trata esto. Se trata de cancelar las elecciones pese a las promesas de lo contrario", aseguró Polyanskiy, que subrayó que la declaración del estado de excepción firmada hoy por Poroshenko va en esa línea


Según la versión de Moscú, sus tropas actuaron en respuesta a la entrada de los barcos ucranianos en sus aguas territoriales y después de que éstos ignorasen mensajes de advertencia.

Mientras, el representante ucraniano, Volodymyr Yelchenko, negó las acusaciones categóricamente e insistió en que el relato ruso es una "mentira descarada".

"Esta es una provocación consciente que busca agravar la situación de seguridad en la región con el fin de establecer su control total sobre el mar de Azov y el estrecho de Kerch", aseguró Yelchenko sobre la acción rusa.

El embajador, citando informes de inteligencia, advirtió de que Moscú podría estar preparándose para invadir el puerto ucraniano de Mariúpol y otros puntos estratégicos.

En respuesta, Yelchenko urgió a la comunidad internacional a endurecer sus sanciones contra el Kremlin, en vigor por parte de EE.UU. y de los países europeos desde la anexión de Crimea.

Según subrayó, el refuerzo de esos castigos es "la única vía, porque Rusia no entiende ningún otro lenguaje".

La tensión en el mar de Azov se disparó desde que Moscú construyó en mayo el puente de Crimea que une con el territorio ruso esta península anexionada por Moscú, tras lo que se redoblaron las inspecciones de los buques ucranianos, lo que Kiev considera un bloqueo, de facto, de sus puertos en la zona.

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