SUCESO

Ejecutada una empleada doméstica en Arabia Saudí por el asesinato de un niña

La mujer, de nacionalidad etíope, fue condenada a muerte por el asesinato de la menor de 6 años a la que degolló en 2013. 

Las autoridades saudíes ejecutaron hoy a una trabajadora doméstica de nacionalidad etíope, condenada a muerte por el asesinato en 2013 de una niña a la que cuidaba, en venganza supuestamente por los maltratos que sufría de sus empleadores.

Según un comunicado del Ministerio del Interior, difundido por la agencia oficial saudí, SPA, la mujer degolló con un cuchillo a la menor, de 6 años, y la dejó abandonada en el baño hasta que falleció.

El crimen, que fue perpetrado en junio de 2013 en la ciudad de Huta Bani Tamim, al sur de Riad, causó un gran impacto en la opinión pública saudí.

La empleada doméstica dijo que cometió el asesinato en represalia por el maltrato al que era sometida por parte de la familia de la víctima, según publicó entonces la prensa.

En Arabia Saudí son frecuentes los casos de maltrato a las empleadas domésticas -la mayoría de Filipinas, India, Indonesia y Sri Lanka-.

Uno de los casos más sonados fue el de una criada ceilanesa, supuestamente torturada por su empleador saudí, a la que le extrajeron dieciocho clavos de su cuerpo en un hospital de Sri Lanka en agosto de 2011.

En noviembre de 2015, la ministra de Asuntos Exteriores de la India, Sushma Swaraj, anunció la repatriación de una criada de este país que sufrió la "brutal" amputación de una mano supuestamente por su empleador en Arabia Saudí.

Las condenas a muerte de las cortes de primera instancia son en su mayoría confirmadas posteriormente por los Tribunales de Apelación y el Supremo, y la orden final es ratificada a través de un decreto por el rey saudí, Salman bin Abdelaziz.

La mayoría de las ejecuciones en Arabia Saudí se producen mediante decapitación con sable en una severa aplicación de la ley islámica o "sharía", que castiga con la pena capital a los culpables de asesinato, narcotráfico, hechicería y otros delitos.

Las organizaciones de derechos humanos han denunciado que desde la llegada de Salman bin Abdelaziz al trono, en 2015, se han disparado las ejecuciones, que pasaron de 88 en 2014 a 158 en 2015.

Human Rights Watch (HRW) reveló a finales de julio pasado que las autoridades saudíes habían aplicado la pena de muerte a 108 personas desde principios de 2016 hasta esa fecha.

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