Crónica

La especulación cambia el corazón de Lisboa

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photo_camera El tuit que compartió la cantante Madonna, que desde hace unos años vive en un palacete de Lisboa.

"Esto es el paraíso". Así describe las playas vírgenes próximas a Lisboa la cantante Madonna, que se ha convertido en el mejor reclamo para atraer a los extranjeros a la ciudad, que cambia su cara, y hasta su corazón, dominada por la especulación
 

"Esto es el paraíso". Con estas palabras, acompañadas de unas bellas imágenes de playas vírgenes próximas a Lisboa, la cantante Madonna se ha convertido en el mejor reclamo para atraer a los extranjeros a la ciudad europea de moda, que cambia su cara, y hasta su corazón, dominada por la especulación.

"Esto es Portugal. Esto es el paraíso", proclamó Madonna el martes en una conocida red social, junto a unas imágenes, grabadas con un dron, en la que cabalgaba con sus hijos en el exclusivo balneario de Comporta, a una hora de Lisboa.

No es la primera vez que la cantante estadounidense, que reside en un palacete en la capital lusa, presume de las bondades de Portugal, que sufre una profunda transformación de la mano del turismo y la inversión extranjera.

Un cambio que es más profundo en ciudades como Lisboa y Oporto, sometidas a una mayor presión especulativa que ha disparado el precio de la vivienda y ha obligado a miles de portugueses a abandonar el centro y trasladarse a áreas periféricas más baratas.

 


El proceso se ha llevado por delante lugares simbólicos, como la centenaria confitería Suiça, en la popular plaza del Rossio de Lisboa.

La Suiça, que presumía de haber introducido el "cruasán francés" en Portugal, abrió sus puertas en 1922 y cierra ahora como propiedad de un grupo de inversión español.

Por su barra pasaron María Callas y Orson Wells, entre otras muchas figuras, en la edad dorada de Lisboa, que ahora vuelve a vivir un "boom" con "ilustres" vecinos, como Madonna, Harrison Ford o John Malkovich.

"Durante décadas, almorcé y cené aquí, desde niño venía con mi familia. En esta misma mesa murió mi padre hace 16 años", relató el presidente del país, Marcelo Rebelo de Sousa, que acudió a despedirse de La Suiça ante una sorprendida clientela.

La suerte del local estaba echada desde junio, cuando su propietario anunció que cerraría sus puertas a finales de verano.

El edificio pasó a manos de un fondo de inversión participado, entre otros, por el tenista español Rafael Nadal.


Aprovechando su popularidad, el Fórum Cidadania Lx, enfocado en denunciar la pérdida del patrimonio de Lisboa, le escribió entonces una carta que encabezó con un "estimado Rafael, no mate nuestras memorias", en la que recordaba que la pastelería está tan ligada a la ciudad y que "no hay nadie en Lisboa que no sepa donde queda la manzana de la Suiça"


A pocos metros, otro emblemático restaurante de comida tradicional portuguesa, Año Nuevo, cerró también sus puertas el pasado fin de semana después de que su nuevo dueño, extranjero, rechazara renovar el alquiler.

Los cierres se producen en medio de una escalada en los precios de venta y alquiler en Lisboa que parece imparable pese a las alarmas que advierten contra una "burbuja inmobiliaria".

Muchos de los establecimientos que cierran terminarán convertidos en bajos de edificios de lujo, como le ha ocurrido a otra de las joyas de Lisboa, la antigua sede del Diario de Noticias, levantada en 1940 sobre la Avenida da Liberdade -hoy una de las más caras del mundo-, que será reconvertida en apartamentos exclusivos.

El inmueble, adquirido por una inmobiliaria el pasado año por unos 20 millones de euros, será remodelado para albergar 34 viviendas distribuidas en cinco pisos que se comercializarán con precios que oscilan entre medio millón y 1,7 millones de euros.

Los nuevos propietarios no han desvelado aún el valor del ático, un espacio de 400 metros, con cuatro suites, otros 400 metros de terraza exterior y acceso independiente.

Pese a las voces de alerta sobre los riesgos de esta escalada, el negocio no ha tocado techo.

La agencia de calificación Standard & Poor`s pronosticó esta semana que el precio medio de la vivienda en Portugal subirá todavía este año un 9,5 % impulsado por la demanda extranjera.

Solo en el primer trimestre, la vivienda se encareció en Portugal un promedio del 12,2 %, aunque el incremento superó con creces a la media en Lisboa (20%) y Oporto (23%).

"El progreso, el cambio, tiene costos, urbanísticos y humanos", resumía, resignado, el presidente Rebelo en su despedida a la Suiça.

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