Tres explosiones se escucharon esta mañana hacia las 10.30 locales (9.30 GMT) en el lugar donde está acorralado por la policía francesa el presunto autor de siete asesinatos en Toulouse (sur de Francia) y su región en los últimos días.
Las explosiones se produjeron con unos segundos de diferencia entre ellas, en medio de una gran actividad de la policía y los bomberos en torno al edificio del número 17 de la calle Sergent Vigné de Toulouse donde el asesino confeso Mohamed Merah lleva cercado más de treinta y una horas y media.
Una ambulancia de los bomberos había sido cruzado en una de las calles desde donde las televisiones retransmiten en directo la operación, y varias camillas fueron sacadas, aunque luego volvieron de nuevo a donde estaban. También se vieron escaleras.
El ministro del Interior, Claude Guéant, había estado en las proximidades hablando con agentes del RAID, el cuerpo de elite de la policía francesa que se encarga de la vigilancia.
Guéant dio a entender, en una entrevista a primera hora de la mañana, que el sospechoso de las matanzas de Toulouse y Montauban podría estar muerto, ya que no se había podido establecer contacto con él desde anoche poco antes de las 23.00 locales (22.00 GMT) cuando dijo que no iba a entregarse y que quería morir 'con las armas en las manos'.
