Los farmacéuticos griegos iniciaron hoy una huelga indefinida contra una serie de reformas del sector prevista en el acuerdo del Gobierno griego con la troika de acreedores.
La huelga empezó en todo el país con el horario de apertura regular, con excepción de Atenas, donde comenzará a las 14.30 (12.30 GMT).
El Colegio Nacional de Farmacéuticos acordó que tan solo se respetarán las guardias nocturnas y de fin de semana.
El proyecto de ley, que se someterá a votación este fin de semana, elimina la obligatoriedad de ser licenciado en Farmacia para poder ser propietario de una botica y además introduce la posibilidad de adquirir un número ilimitado de establecimientos.
La nueva reglamentación permite así crear cadenas de farmacias, así como espacios de venta en supermercados, grandes almacenes, estaciones de gasolina y otras empresas.
En declaraciones a Efe, el secretario general del Colegio Nacional de Farmacéuticos (ASF), Dimitris Karayeoryiu, defendió la importancia de la pequeña farmacia, que en este país son un lugar de asesoramiento que a menudo sustituyen la visita al médico, algo que en la crisis actual del sistema sanitario muchos agradecen.
"En las farmacias de barrio los pensionistas pueden comprar sus medicinas a crédito y pagan cuando cobran su pensión. Esto no podrán hacerlo en las farmacias de supermercados", añadió Karayeoryíu.
Los farmacéuticos alertan de que los propietarios de cadenas de farmacias venderán solo las medicinas que les reporten el máximo beneficio y excluirán de la circulación gran número de medicamentos.
Según el Gobierno, en cambio, la creación de cadenas ayudará a reducir el coste de las medicinas.
"En los años de la crisis ningún precio cayó en los supermercados, no entiendo por qué el derecho a crear cadenas farmacéuticas contribuye a la reducción de los precios de las medicinas", contestó desde el canal de televisión privada ANTENA el presidente de la ASF, Kyriakos Theodosiadis.
Entre los puntos de la reforma figura además, la eliminación de la distancia mínima de 100 metros entre dos farmacias, una norma que, aunque vigente, no respetan los farmacéuticos.
Por ahora, el Gobierno ha evitado imponer otra de las grandes exigencias de la troika (Fondo Monetario Internacional, Comisión Europea y Banco Central Europeo), la venta de productos y medicamentos sin receta en supermercados o hasta en gasolineras.
El acuerdo con los acreedores otorga a las farmacias un periodo de "gracia" de tres meses, en el que, en palabras del ministro de Sanidad, Adonis Yeoryiadis, los farmacéuticos podrán "demostrar si es cierto lo que aseguran, que están dispuestos a tolerar la competencia en su sector".
Si en este periodo no se logra una bajada de los precios, el Gobierno ha asegurado que impondrá la liberalización total.
Algunos de los medicamentos sin receta, pero sobre todo los productos de parafarmacia, son caros en Grecia.
Los farmacéuticos, sin embargo, defienden esta situación con el argumento de que gracias a los ingresos que les proporcionan estos productos, pueden compensar las pérdidas que sufren a causa de las deudas de la Seguridad Social.
Debido al colapso del sistema sanitario y a la crisis económica, la Sanidad Pública arrastra retrasos de hasta seis meses en el pago de sus deudas a los farmacéuticos por las medicinas con prescripción.
La liberalización completa de la profesión de farmacéutico fue una de las 329 recomendaciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), cuya aprobación era una condición de la troika para desbloquear el tramo del rescate correspondiente al último trimestre de 2013 y al primer trimestre de 2014.
La OCDE calculó en 5.200 millones de euros (2,5 % del PIB) los beneficios económicos que podría generar Grecia en caso de que aplicara estas medidas "encaminadas a mejorar el poder adquisitivo de los ciudadanos y la productividad de las empresas".
