La felicidad de ser libres

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photo_camera Varios niños juegan en el campamento cerca de Sittwe.

Miles de refugiados intentan pasar las fronteras e evitar la deportación después del acuerdo firmado por la Unión Europea la pasada semana

Un grupo de niños rohinyá juega en un campamento de desplazados internos (PDI) cerca de Sittwe, en el estado de Rakhine (Birmania). Según informaron los medios, el Departamento de Estado de Estados Unidos reconoció ayer que la comunidad rohinyá, una minoría musulmana presente en el oeste de Birmania, está siendo persiguida por el país pero no al nivel de genocidio. A principios de este mes de marzo, miles de miembros de la comunidad rohinyá que huían de Birmania estuvieron atrapados en barcos durante diez meses mientras las autoridades de Indonesia, Malasia y Tailandia les rechazaban, lo que provocó una crisis humanitaria pues las condiciones eran indignas e inhumanas. Finalmente, la mayoría de los refugiados e inmigrantes fueron acogidos en Malasia e Indonesia.

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