El Gobierno francés ha pedido 'encarecidamente' a las autoridades iraníes que cancelen la ejecución del Sakiné Mohammadi Ashtiani, condenada por adulterio y que podría morir ahorcada, según las informaciones que han trascendido en los últimos días.
Francia, uno de los países que más ha defendido en el ámbito internacional la causa de Ashtiani, ha reconocido este martes, de boca de un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, que está 'preocupada' por las últimas informaciones.
En este sentido, 'pide encarecidamente a las autoridades iraníes que renuncien a la ejecución y respeten los compromisos internacionales a los que Irán se ha adherido libremente'.
El Gobierno galo ha reiterado su oposición a la pena de muerte, independientemente de las 'circunstancias' con que se trate de justificar judicialmente. Durante 2011, 'cientos de personas' han sido ejecutadas en Irán, según París.
Una autoridad judicial citada por la agencia de noticias iraní ISNA aseguró esta semana que Ashtiani podría morir colgada en la horca, a pesar de que el año pasado las autoridades decidieron suspender la lapidación a la que fue condenada por adulterio debido a la presión de la comunidad internacional.
En 2006, Ashtiani, de 43 años, fue condenada a morir lapidada por cometer adulterio durante su matrimonio y a diez años de cárcel por asesinar a su marido en 2005, pena que finalmente quedó reducida a la mitad al considerar que su participación fue como cómplice
La presión de la comunidad internacional provocó que en septiembre del año pasado las autoridades iraníes decidieran suspender la lapidación, aunque después matizaron que no su condena no había sido cancelada, por lo que el caso simplemente estaba siendo revisado.
La 'sharia' (ley islámica), por la que Irán se rige desde 1979, condena a morir lapidados a los culpables de adulterio y a morir en la horca a los culpables de asesinato, violación, tráfico de drogas, robo con arma y apostasía.
