Las autoridades acallaron al investigador e incluso le sancionaron por generar alarma entre la población

Un geólogo que alertó sobre el seísmo fue calificado de 'imbécil'

El geólogo italiano Giampaolo Giuliani, técnico del Laboratorio Nacional de Física de Gran Sasso alertó hace varios días de que se preveían movimientos sísmicos en el centro de Italia.
Las previsiones de que un terremoto devastador estaba por llegar lanzadas la semana pasada por el investigador Giampaolo Giuliani han encendido la polémica en Italia, donde se verificó un fuerte seísmo de 5,8 grados en la escala de Richter dejando tras de sí al menos 92 muertos y más de 1.500 heridos.

Giuliani, que trabajaba para el laboratorio nacional de física del Gran Sasso, cerca de la zona donde tuvo lugar el terremoto, había predicho que un evento sísmico de mayores proporciones estaba por llegar, después de las numerosas sacudidas de menor intensidad que estaba experimentando la provincia desde hacía dos meses.

El investigador basó sus previsiones en la medición del gas radón, cuya presencia en el ambiente podría ser considerada como un indicio de posibles movimientos sísmicos. Sin embargo, las autoridades acallaron a Giuliani e incluso le sancionaron, acusándole de provocar falsas alarmas entre la población.

Ahora, al día siguiente del terremoto que ha acabado con la vida de casi un centenar de personas, Giuliani volvió a la carga y acusó a las autoridades y geólogos encargados de supervisar la situación de no haber trabajado lo suficiente para prever la tragedia.

‘Hace tres días que veían fuertes aumentos de radón, por lo que el centro sísmico habría podido percatarse de que estaba por llegar un terremoto muy fuerte’, afirmó. Además, en los últimos días, las sacudidas del terreno ‘iban en aumento’, explicó Giuliani.

No obstante, el Centro Nacional de Terremotos del Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología insistió hoy en la imposibilidad de prever el terremoto que tuvo lugar esta noche. ‘Todas las informaciones y los datos que tienen en sus manos los máximos expertos establecen que no era previsible una situación de terremoto más grave de las que se habían verificado en los últimos días’, aseguró el director de la Protección Civil italiana, Guido Bertolaso.

También se expresó en estos términos el propio primer ministro del país, Silvio Berlusconi, quien aseguró que a día de hoy, ‘no existen datos científicos que permitan prevenir las sacudidas’ y según publican diversos medios de comunicación, incluso el jefe de Protección Civil llamó 'imbécil' a Giuliani.

Los últimos movimientos sísmicos en la zona del terremoto se habían registrado el 12 de marzo (magnitud 2,9), el 17 de marzo (3,6) y el 30 de marzo, en que la magnitud del movimiento alcanzó los 4 grados en la escala de Richter.

Finalmente, anoche, el terreno registró dos movimientos de menor intensidad antes de sufrir la sacudida de 5,8 grados que a las 3:32 horas de esta madrugada devastó la ciudad de L'Aquila y cerca de 26 pequeños municipios cercanos.

Después del terremoto, el territorio ha seguido registrando sacudidas de menor intensidad, la más fuerte de las cuales fue de 4,6 grados en la escala de Richter y tuvo lugar una hora después de la tragedia. A las 10:30 horas y a las 13:14 horas se registraron otros dos movimientos, mientras que cada cinco minutos la zona experimenta pequeñas sacudidas de asentamiento del terreno.

Según la experta del Centro Nacional de Terremotos del Instituto Nacional de Geofísica y Volcanología, Rita di Giovambattista, ‘no es posible prever la entidad ni el lugar de las réplicas’ del terremoto que podrían sucederse en las próximas horas.






Te puede interesar