Un grupo de antiguos rebeldes secuestra varias horas al primer ministro de Libia

El primer ministro libo, Ali Zidán, permaneció varias horas secuestrado por un grupo de antiguos rebeldes integrados en un cuerpo de las fuerzas de seguridad, en un nuevo golpe contra la credibilidad del Gobierno en su estrategia de restablecer los aparatos de seguridad y poner coto a la inestabilidad en el país.
El calvario de Zidán, que inmediatamente después de su liberación mostró su deseo de que el problema se solucione con 'sabiduría', comenzó cuando varias decenas de milicianos del cuerpo 'La lucha contra el crimen', dependiente del Ministerio de Interior, irrumpieron en el céntrico hotel Corintia de Trípoli, donde reside el primer ministro, y se lo llevaron a un lugar desconocido. Según Zidán, que no dio detalles sobre el secuestro, lo ocurrido responde a 'disputas políticas internas' en las que 'los extranjeros no son el blanco.

Lo ocurrido no deja de ser el último episodio de una cadena de asesinatos de responsables de seguridad, ataques contra comisarías y misiones diplomáticas, sabotajes en instalaciones petroleras y enfrentamientos armados entre distintas tribus, que ponen en entredicho la capacidad de Zidán y su equipo para imponer su autoridad en Libia.

La proliferación de armas, la debilidad de las fuerzas de seguridad y las insubordinaciones continúan siendo el talón de Aquiles del Gobierno libio.

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