CRÓNICA

Los holandeses votan de camino al trabajo, en estaciones de tren y aeropuertos

También se han instalado urnas en el aeropuerto de Schiphol, en Ámsterdam,

Las estaciones de tren y aeropuertos de Holanda han sacado hoy las urnas para que cientos de holandeses, apresurados rumbo al trabajo, puedan depositar desde primera hora de la mañana su voto para los comicios con un ojo puesto en el andén, un sistema práctico que cada año gana adeptos.


Laura Pérez-CejuelaEn la estación de Holland Spoor, una de las más concurridas de La Haya, la capital administrativa del país, la sala de espera entre los andenes 3 y 4 se ha convertido en un improvisado colegio electoral, con tres cabinas de voto sin cortinas y un contenedor que hace las veces de urna.

Cerca de las nueve de la mañana, ya pasada la hora punta, una treintena de personas esperan en una fila que avanza a buen ritmo: hombres trajeados, mujeres maletín en mano y bebé a la espalda, estudiantes cargados con sus mochilas o vigilantes de seguridad con su papeleta electoral e identificación.

Es todo lo que necesitan para votar gracias a este sistema, que ya es tradición en Holanda, pero que este año se ha implantado en un número récord de 60 estaciones, según el medio especializado Treinreiziger.

También se han instalado urnas en el aeropuerto de Schiphol, en Ámsterdam, en concreto en el llamado Schiphol Plaza, la gran sala de entrada con una galería comercial.

La primera estación en poner las urnas fue la Central de Ámsterdam, que lo hizo a medianoche del martes y ya registró filas de viajeros de trenes de cercanías, mientras que varias han empezado también a funcionar antes de la hora oficial de apertura de los colegios a las 07.30 horas (06.30 GMT).

"Llevamos aquí desde las siete y todo el tiempo hemos estado muy ocupados", dice a Efe Fenesh, una joven holandesa que ejerce de vocal en la mesa de Holland Spoor y apenas tiene tiempo de levantar la vista de la lista de votantes entre la llegada de uno y otro.

Los viajeros se identifican, rellenan su papeleta, la depositan en la urna-contenedor y salen directamente al andén, corriendo a veces, para coger los trenes que se suceden en dirección a Doordrech o Rotterdam.

Hay quien ya ha utilizado el sistema y quien lo hace por primera vez, pero todos coinciden en que es especialmente útil para el ritmo frenético de un miércoles laborable.

"Es práctico, te ahorra viajes y el inconveniente de tener que encontrar el colegio electoral exacto en que te toca votar. Para mí es más fácil desde el punto de vista logístico", dice René Dunkerke, que añade que uno puede decidir en qué estación vota, sin registrarse en una específica.

"Es fácil pero un poco estresante, porque quieres coger tu tren, pero está bien poder votar aquí", dice Brenda, que acaba de perder su tren a Rotterdam y sale corriendo para atrapar el siguiente y llegar a tiempo a la oficina.

Joshua, un joven que tiene una cita médica, insiste en que el sistema es especialmente "sencillo" y le ahorra la visita al ayuntamiento.

"Es directo, sin electrónica, así que también hay menos oportunidades de fraude", añade.

El joven se hace así eco de las preocupaciones de otros viajeros, que señalan que el sistema de voto electrónico, que ya se utilizó en elecciones anteriores, evitaba el papeleo pero acarrea riesgos de injerencia según las autoridades, que decidieron evitarlo por miedo a que otras potencias pudiesen interferir en este proceso.

Visto el éxito de afluencia en los puntos de voto en las estaciones de ferrocarril, las autoridades han animado a los ciudadanos a que tengan en cuenta esta posibilidad, con el objetivo de que los 12,6 millones de holandeses llamados a votar en los comicios legislativos ejerzan su derecho sin entorpecer su rutina diaria.

El centro de voto de la estación central de Utrecht, al sur de Amsterdam, se ha propuesto ser el más animado del país con una emisión en directo de la cadena de radio NPO a lo largo de todo el día para atraer a los viajeros a votar, según los medios locales. 

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