El Gobierno israelí decidió finalmente ayer suavizar en parte el bloqueo que mantiene sobre la Franja de Gaza y permitirá la entrada de más alimentos y materiales, aunque se mantendrá el bloqueo por vía marítima. Los islamistas de Hamás, que controla el territorio costero, consideran que los nuevos productos que se han autorizado son 'triviales y secundarios' y reclaman el levantamiento total del embargo.
'Se acordó liberalizar el sistema en virtud del cual bienes civiles entran en Gaza (y) ampliar el flujo de materiales para proyectos civiles que estén bajo supervisión internacional', informó el Gobierno israelí tras la reunión del gabinete de seguridad que aprobó el alivio del bloqueo y que se produce casi dos semanas después del asalto a la flotilla solidaria con ayuda para la Franja por parte de la Armada israelí que ha hecho aumentar la presión sobre el Gobierno hebreo a nivel internacional.
Según explicó el coordinador palestino de los suministros para la Franja, Raed Fattouh, la nueva lista incluye todos los alimentos, juguetes, artículos de papelería, utensilios de cocina, colchones y toallas. La decisión, sin embargo, no afectará al bloqueo por mar de la Franja ni a la importación particular de materiales de construcción.
El Gobierno israelí esgrime que si se levantan las restricciones a la importación de cemento, Hamás podría apoderarse de este material y emplearlo para construir instalaciones militares. Por ello, sólo autoriza la introducción en el territorio costero de cantidades limitadas para proyectos de la ONU. El anuncio oficial no especificó cómo cambiarán los procedimientos para la importación de bienes comerciales ni enumeró una lista específica de productos.
Según explicó el coordinador palestino de los suministros para la Franja, Raed Fattouh, la nueva lista incluye todos los alimentos, juguetes, artículos de papelería, utensilios de cocina, colchones y toallas. La decisión, sin embargo, no afectará al bloqueo por mar de la Franja ni a la importación particular de materiales de construcción.
El Gobierno israelí esgrime que si se levantan las restricciones a la importación de cemento, Hamás podría apoderarse de este material y emplearlo para construir instalaciones militares. Por ello, sólo autoriza la introducción en el territorio costero de cantidades limitadas para proyectos de la ONU. El anuncio oficial no especificó cómo cambiarán los procedimientos para la importación de bienes comerciales ni enumeró una lista específica de productos.
