El Senado destituyó al anterior dirigente tras un juicio político por el 'mal desempeño de su cargo'

Latinomérica da la espalda al nuevo presidente de Paraguay

El nuevo presidente de Paraguay Federico Franco. (Foto: KHALED EL FIQI)
El Senado paraguayo aprobó, por 39 votos frente a cuatro, la destitución del presidente del país, Fernando Lugo. Tras la celebración de un 'juicio político' contra él por los disturbios ocurridos la semana pasada en la localidad de Curuguaty, al sureste de Paraguay, donde 17 personas murieron en enfrentamientos entre campesinos y policías. Lugo acató su destitución, que tildó de golpe 'cobarde y alevoso' iniciado por una 'derecha peligrosa'.
Su sucesor Federico Franco, juró su cargo como máximo mandatario del país tras hacer un llamamiento a la unidad nacional tras negar que hubiese un golpe de Estado y se mostró confiado en lograr el reconocimiento de los países vecinos y prometió entablar contacto con ellos 'en su debido momento'. Franco sostuvo que el Gobierno, que estará encabezado por los liberales después de 74 años, rehuirá de 'odios', 'rencores' y 'resentimientos'.

En este sentido, las reacciones fueron casi por unanimidad, contrarias al nuevo Régimen, al que se tachó desde diferentes frentes, como 'Golpe de Estado', que de momento, sólo cuenta con el respaldo del Gobierno colombiano.

Por su parte, Hugo Chávez, presidente venezolano, condenó como 'nulo e ilegal' al nuevo Ejecutivo. En la misma Línea, la presidenta argentina Cristina Fernández Kirchner, descartó que vaya a reconocer 'el golpe de Estado en Paraguay'.

También, la presidenta de Brasil Dilma Rousseff, sugirió la expulsión de Paraguay del Mercosur y de Unasur. Del mismo modo, Cuba, Bolivia, Costa Rica, Chile y El Salvador se unieron a la condena casi unánime de la comunidad política latinoamericana por la destitución de Lugo. Desde España, el ministro de Exteriores José Manuel garcía Margallo confía en que se supere esta crisis política.

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