Los líderes iberoamericanos condenan el golpe de Estado en Honduras

Zapatero, don Juan Carlos y De la Vega. (Foto: Chema Moya)
Los jefes de Estado y de Gobierno asistentes a la XIX Cumbre Iberoamericana condenaron este martes el golpe de Estado en Honduras y se comprometieron a seguir trabajando en pro de una solución que 'permita la apertura de un diálogo nacional' en el país centroamericano, pero no lo hicieron mediante una declaración conjunta, como cabía esperar, sino a través de una declaración de la presidencia portuguesa debido a la divergencia en los puntos de vista de los mandatarios respecto a la legitimidad de las elecciones presidenciales.
Según reconoció el primer ministro portugués, José Sócrates, 'las posiciones eran muy lejanas y distintas al inicio de la cumbre' pero 'poco a poco', explicó, 'las distintas posiciones que había se fueron aunando' hacia la postura que recoge el texto y que incluye los dos puntos que los mandatarios consideran 'fundamentales': condena del golpe y diálogo nacional.

Así se refleja en el comunicado especial, en el que los mandatarios 'condenan el golpe de Estado en Honduras y consideran inaceptables las graves violaciones de los derechos y libertades fundamentales del pueblo hondureño'. En este contexto, añaden, constituye 'un paso fundamental para el retorno a la normalidad constitucional' la restitución del presidente depuesto, Manuel Zelaya.

Además, afirman que 'seguirán contribuyendo activamente en la búsqueda de una solución que permita la apertura de un diálogo nacional en Honduras y en devolver el régimen democrático al pueblo hondureño' y expresan su 'firme compromiso con la defensa de los principios democráticos de todos los países de Iberoamérica para prevenir cualquier intento de desestabilización a gobiernos legítimamente electos'.

Por último, hacen 'un enérgico llamado para que cese el hostigamiento a la sede diplomática de Brasil en Tegucigalpa', donde se encuentra refugiado Zelaya desde que regresó a Honduras el pasado 21 de septiembre, 'que se garantice su inviolabilidad y la de las personas bajo su protección, así como la libertad de movimiento de sus funcionarios y de todo el cuerpo diplomático acreditado en Honduras'.

El texto no hace referencia a la validez y legitimidad de las elecciones presidenciales, principal motivo de la división de los mandatarios, limitándose a indicar que los líderes 'han analizado la situación en Honduras, incluyendo la realización de elecciones' y 'han tenido la posibilidad de recibir informaciones y conocer la lectura de la situación hecha por el Gobierno' de Manuel Zelaya, cuya canciller, Patricia Rodas, le representó en esta cumbre.

RESPALDO DEL GOBIERNO DE ZELAYA

También Rodas, como subrayó la presidenta argentina, Cristina Fernández, cuyo país asume desde hoy la presidencia pro tempore de la Comunidad Iberoamericana de Naciones, ha aprobado la declaración de la presidencia portuguesa. La canciller hondureña, que está 'absolutamente comprometida con la restitución Zelaya', ofreció además un 'generoso discurso'.

Fernández resaltó el 'gran esfuerzo' que ha realizado Portugal para lograr una declaración que incluye el objetivo de 'la condena sin fisuras y de forma unánime al golpe'. En su opinión constituye 'un éxito el poder conciliar las posiciones (de los distintos mandatarios) sin renunciar a las posiciones que de un lado o del otro se tenían'.

En cuanto a la posición de Argentina, reiteró que los comicios fueron un 'simulacro y una parodia de elección democrática' e insistió en la 'defensa a rajatabla de los procesos democráticos'. Frente a esta postura, 'muchos querían hacer una aceptación y sellar algo que había sucedido el 29 de noviembre', indicó.

VICTORIA POLÍTICA

Así las cosas, el primer ministro portugués no dudó en calificar de 'victoria política' de la cumbre el que se haya producido la declaración de la presidencia sin 'ninguna objeción'. Otros, subrayó, 'hubieran desistido' pero Portugal consideraba que 'un problema político de la importancia' del de Honduras no podía ser 'ignorado' en la Cumbre Iberoamericana.

'No me parecía bien que la cumbre se limitase a constatar distintas posiciones', agregó, insistiendo en que los asistentes tenían que 'dar una respuesta y responder con muchas y distintas postura'.

Por su parte, el secretario general iberoamericano, Enrique Iglesias, se felicitó del documento respaldado por los dirigentes e incidió en que aunque ayer algunos decían que 'no iba a ser posible pero fue posible' llegar a un acuerdo.

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