Portugal sumó 320 casos de coronavirus en las últimas 24 horas, hasta un total de 57.768 contagios debido a la pandemia, que en los últimos días ha avanzado especialmente en la región norte del país, donde se han detectado varios brotes.
Según los datos de la Dirección General de Salud (DGS), que contabiliza 1.819 óbitos, la mitad de los casos de este fin de semana fueron detectados en la región norte, después de que en los últimos tres meses y medio la pandemia haya estado concentrada sobre todo en Lisboa y Valle del Tajo.
En los últimos días se identificaron brotes de COVID-19 en varias localidades norteñas, como Arouca, donde hay 128 casos activos.
La mitad de los casos corresponden a una residencia de ancianos, pero también hay un foco en el cuerpo de bomberos voluntarios -que tuvo que reducir su operativo a la mitad- y otras cadenas de transmisión en varias unidades familiares.
También hay otro brote en Vila Verde (cerca de Viana do Castelo), muy próximo a la frontera con España, donde según el último balance municipal, realizado el sábado, había 62 contagiados, incluidos tres niños de uno, seis y siete años.
En total, en todo el país hay más de 14.000 casos activos actualmente, con 341 personas hospitalizadas -17 más que el sábado-, 41 de ellas en cuidados intensivos.
El Gobierno portugués anunció esta semana que el día 15 de septiembre todo el territorio del país avanzará al estado de contingencia, lo que implica ampliar las restricciones vigentes, y se reunirá el día 7 para estudiar medidas.
La región de Lisboa y Valle del Tajo ya se encuentran en estado de contingencia, desde el 1 de julio, con medidas que obligan a adelantar el cierre de comercios, prohíben la venta de alcohol en la vía pública y limitan a 10 las concentraciones de personas.
