Sicarios de la mafia georgiana desmantelada esta semana en una operación europea dirigida por la Policía Nacional española, asesinaron anoche en Marsella (Francia) a Vladimir Dzhemalovich Janashia, 'capo' de una banda rival al que ya habían intentado matar el pasado mes de enero en Niza.
Así lo han confirmado fuentes de la investigación que han explicado que Janashia recibió dos disparos en una barriada al sur de Marsella y fue trasladado hasta un hospital, donde falleció poco después.
El líder de la mafia en España, Kakhaber Shushanashvili, detenido el pasado lunes en Barcelona, había dado instrucciones precisas para matar en Francia a los jefes de otras bandas rivales, a los que llamaban 'putos', y entre los que se encontraba el asesinado.
Así consta en los dos autos dictados por el juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska, en los que se explica con detalle cómo Shushanashvili se reunió en Barcelona con dos sicarios enviados por su hermano Lasha -jefe de la banda residente en Grecia y que se encuentra huido- para planificar el asesinato.
En la ciudad condal, los dos mafiosos -identificados como David Mazanashvili y Levan Aschsiasvili- compraron prendas especiales para su misión, como chaquetas con capucha, botas especiales y cinturones.
También, y a través de otros miembros de la banda que ya se encontraban en Niza, iniciaron las gestiones para contratar una habitación de hotel en la ciudad francesa y adquirir un coche con matrícula gala para el traslado.
Asimismo, se hicieron con una pistola de 38 milímetros y una caja de munición con la que asesinar al líder mafioso rival.
Los planes de asesinato se frustraron cuando la Policía Nacional, que tenía pinchados los teléfonos de los mafiosos georgianos, alertó a la Policía francesa.
Los agentes galos consiguieron detener a los sicarios, que ya tenían localizado a su víctima en Niza y se disponían a ejecutarlo de forma inmediata.
En aquella ocasión, la intervención policial salvó la vida de Vladimir Dzhemalovich Janashia, quien anoche sí cayó abatido por los disparos rivales.
El líder de la mafia en España, Kakhaber Shushanashvili, detenido el pasado lunes en Barcelona, había dado instrucciones precisas para matar en Francia a los jefes de otras bandas rivales, a los que llamaban 'putos', y entre los que se encontraba el asesinado.
Así consta en los dos autos dictados por el juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska, en los que se explica con detalle cómo Shushanashvili se reunió en Barcelona con dos sicarios enviados por su hermano Lasha -jefe de la banda residente en Grecia y que se encuentra huido- para planificar el asesinato.
En la ciudad condal, los dos mafiosos -identificados como David Mazanashvili y Levan Aschsiasvili- compraron prendas especiales para su misión, como chaquetas con capucha, botas especiales y cinturones.
También, y a través de otros miembros de la banda que ya se encontraban en Niza, iniciaron las gestiones para contratar una habitación de hotel en la ciudad francesa y adquirir un coche con matrícula gala para el traslado.
Asimismo, se hicieron con una pistola de 38 milímetros y una caja de munición con la que asesinar al líder mafioso rival.
Los planes de asesinato se frustraron cuando la Policía Nacional, que tenía pinchados los teléfonos de los mafiosos georgianos, alertó a la Policía francesa.
Los agentes galos consiguieron detener a los sicarios, que ya tenían localizado a su víctima en Niza y se disponían a ejecutarlo de forma inmediata.
En aquella ocasión, la intervención policial salvó la vida de Vladimir Dzhemalovich Janashia, quien anoche sí cayó abatido por los disparos rivales.
