Misión africana viaja a Costa de Marfil para dar última oportunidad a Gbagbo

Los presidentes de Benin, Cabo Verde y Sierra Leona y el primer ministro de Kenia viajan a Costa de Marfil en un último intento de convencer a Laurent Gbagbo de que ceda pacíficamente el poder a Alassane Ouattara.
La misión, en representación de la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (CEDEAO) y la Unión Africana (UA), 'está de camino' hacia Abiyán, dijo hoy a Efe Sunny Ugoh, portavoz de la Comisión de la CEDEAO, representada por los tres jefes de Estado.

Los presidentes Yayi Boni, de Benin; Pedro Pires, de Cabo Verde, y Ernest Koroma, de Sierra Leona, ya estuvieron el martes pasado en Costa de Marfil y advirtieron a Gbagbo de que la CEDEAO puede utilizar la fuerza militar si no entrega el poder a Ouattara, reconocido por la comunidad internacional como ganador de las elecciones presidenciales del pasado 28 de noviembre.

A la misión se ha unido Raila Odinga, primer ministro keniano, como enviado de la UA, quien ayer se entrevistó en Abuya con el presidente nigeriano y titular de turno de la CEDEAO, Goodluck Jonathan, para coordinar sus posiciones.

'Gbagbo tiene que dejar el poder o enfrentarse al uso de la fuerza legítima. Sabemos quién ganó las elecciones en Costa de Marfil (Ouattara) y hemos trazado una línea que no se puede superar. Lo que no es negociable es el hecho de que Gbagbo se tiene que ir', dijo el portavoz de la CEDEAO.

Jonathan, según medios locales nigerianos, dijo este fin de semana que, tras esta visita, la CEDEAO adoptará una decisión definitiva sobre que hacer en Costa de Marfil, para lo que ya están preparados los planes militares de intervención.

Koroma, presidente de Sierra Leona, ha indicado que esta visita 'será la última' para intentar convencer a Gbagbo de que acepte una salida pacífica.

Tanto la UA como la CEDEAO han reconocido como a Ouattara como presidente y han suspendido a Costa de Marfil hasta que se haga el efectivo traspaso del poder, mientras la ONU, la Unión Europea, EEUU y otros países también respaldan a Ouattara y han sometido a sanciones a Gbagbo y su entorno.

El primer ministro keniano, que llegó al cargo en un Gobierno de coalición tras las matanzas y disturbios ocurridos en Kenia tras los comicios de 2007 y que había denunciado el fraude de su rival, el presidente Mwai Kibaki, fue el primer líder africano que instó a la UA a actuar en Costa de Marfil y utilizar la fuerza.

Tras comenzar el actual conflicto postelectoral a principios de este mes, Odinga dijo: 'Gbagbo tiene que ser forzado a salir, incluso si esto implica usar la fuerza militar. El mundo tiene que estar preparado para movilizarse con tal de preservar la democracia'.

Los días pasados, Gbagbo ha insistido en que él es el presidente y ha vuelto a pedir a la Operación de Naciones Unidas en Costa de Marfil (ONUCI) que se vaya del país, mientras el Gobierno de Ouattara insiste en que sólo la fuerza hará que Gbagbo deje la Presidencia.

Costa de Marfil se enfrenta a la reanudación de la guerra civil (2002-2007) que dejó el país dividido y controlado en el sur por las Fuerzas Armadas y de seguridad, leales a Gbagbo, y en el norte por las Fuerzas Nuevas de Guillaume Soro, que no se desarmaron tras el conflicto y respaldan a Ouattara.

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