Desde Monti al cómico Grillo, todos quieren ser primer ministro de Italia

Un candidato a primer ministro, que no lo es a las elecciones, Mario Monti, un polémico expresidente, Silvio Berlusconi para el Senado, un líder de centroizquierda defensor de las políticas sociales, Pier Luigi Bersani, y el anti-político Beppe Grillo protagonizan las elecciones generales en Italia.
A las elecciones generales de 24 y 25 de febrero de Italia concurren 19 listas a la Cámara de los Diputados y 16 al Senado, que van desde el centro-derecha al centro-izquierda, pasando por el movimiento anti-político 'Movimiento 5 Estrellas', al que los últimos sondeos dan el 16 % de los votos.

El primer ministro saliente Mario Monti, de 70 años, anunció que saltaba a la arena política el 25 diciembre y dado que no puede presentarse como candidato por su condición de senador vitalicio, varias formaciones centristas hicieron un fino trabajo de orfebrería política para que el excomisario pueda repetir mandato.

El 4 de enero el propio Monti presentó la lista Elección Cívica, que se acude en coalición con la Unión de Demócratas Cristianos (UDC) de Pierferdinando Cassini y Futuro y Libertad (FLI) de Gianfranco Fini, a la que los sondeos otorgan 16 % de los votos.

Monti ha abandonado su tono pedagógico de primer ministro para desplegar una actitud más agresiva con sus contrincantes, defender férreamente las medidas adoptadas durante su Gobierno y calificarse como el único político capaz de sacar el país adelante.

Desde Bersani, a cuya formación Partido Demócrata (PD) acusó de 'estar implicada' en el escándalo del tercer banco del país, el Monte de Paschi de Siena, a Berlusconi, su blanco favorito, pocos han escapado de sus críticas mordaces.

Berlusconi, al que llamó 'flautista de Hamelin' y 'encantador de serpientes' por su última propuesta de devolver a los contribuyentes el impuesto (IMU) pagado a la primera casa reintroducido por Monti.

'Por primera vez, de manera científica, se compran los votos de los italianos con el dinero que han tenido que desembolsar para tapar los agujeros que se crearon por quien ahora hace promesas', dijo el excomisario europeo de la Competencia.

Y es que la propuesta bomba, el as que tenía bajo la manga Berlusconi por el que le pueden llover votos, puede también acarrear la pérdida de confianza de los mercados en Italia y llevar al traste toda la labor de credibilidad económica y de imagen desarrollada en los trece meses de Gobierno de Monti, según los analistas.

Berlusconi, de 76 años, se presenta como cabeza de lista al Senado de su partido el Pueblo de la Libertad (PDL) que concurre a las elecciones con su vieja aliada la federalista Liga del Norte.

Tras caer en los sondeos a un 10 % 'il Cavaliere' ha conseguido remontar hasta un 28 a 30 %, gracias a su golpe de gracia, que ha hecho temblar los cimientos de los que siguen los dictados de Bruselas.

Por su parte, el líder de la coalición centroizquierda italiana, Pier Luigi Bersani, 62 años, con un 34 a 38 % de los votos está dispuesto a devolver a Italia las políticas sociales truncadas por las medidas de austeridad impuestas por Monti, sin abandonar la senda de recuperación económica y de crecimiento.

Procedente del Partido Comunista, Bersani, se alza en estas elecciones como un candidato que se cree capaz de acabar con la 'confusión' y 'opacidad' de Italia que, a su juicio, ha generado la derecha italiana mediante sus promesas en los últimos diez años.

Bersani se presenta a estas elecciones junto al carismático Nichi Vendola, líder de Izquierda, Ecología, Libertad, que representa la corriente más progresista del centroizquierda con un programa basado en la conversión 'ecológica' de la economía.

Nacido en un ambiente de ideología comunista y fe católica, Vendola, de 55 años, homosexual, preocupado por el medioambiente, es el fundador de la Asociación Lésbica y Gay Italiana y precisamente su homosexualidad es el vértice del triángulo que conforma su compleja personalidad, junto a su fe católica y a su ideario comunista.

Y por último, el líder del Movimiento 5 Estrellas, el cómico Beppe Grillo, quien acoge a los desencantados de la política italiana, pese a su criticado carácter populista y demagogo.

Adalid de la anti-política, Grillo, de 63 años, ha ido adquiriendo protagonismo en la escena electoral y llegó a convertirse en el ganador moral de los comicios municipales celebrados el pasado año en Italia, en las que se adjudicó la alcaldía de Parma, importante ciudad norteña.

Alejado de las tertulias televisivas, Grillo aspira a 'renovar' y 'limpiar' la política a través de un movimiento 'ciudadano' basado en la participación popular y para ello ha elegido a sus candidatos a través de Internet entre varios profesionales, amas de casa, estudiantes, parados, pero ningún político de profesión.

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