Una norma “poco contundente" con los nuevos dispositivos

En la nueva directiva europea sobre la venta de tabaco "echo en falta una regulación más concreta, menos laxa sobre el cigarrillo electrónico", porque en vez de servir para dejar de fumar "parece que está incitando a los jóvenes", dijo ayer el eurodiputado socialista Andrés Perelló que participó en el debate en la Cámara.

El eurodiputado se pronunció con motivo de la adopción por el PE de la versión definitiva de la directiva sobre fabricación, empaquetado y presentación de los productos derivados del tabaco, y destacó que "el cigarrillo electrónico fue el que tuvo una incidencia más fuerte por parte de los 'lobbies' y ya salió del Parlamento Europeo (PE) un tanto laxo". "Uno se encuentra los cigarrillos electrónicos en el estanco, en la pastelería, en la farmacia, en la calle, al lado de la tortilla de patatas de un restaurante, en una pescadería", y si ese producto sirve "para dejar de fumar, hay que ser más riguroso", dijo Perelló. Además, el eurodiputado recordó que este producto, aunque no expulsa humo, "tiene mucha nicotina".

Por su parte, la Unión de Asociaciones de Estanqueros de España mostró su preocupación por la "desproporcionalidad" de las medidas, que consideran ponen en riesgo la viabilidad de los 13.500 estancos que existen en España y que generan más de 26.000 puestos de trabajo.

"La directiva llega en un mal momento, puesto que puede contribuir a un aumento del contrabando que ya es muy alarmante. Algunos estancos se están viendo abocados al cierre, y nos tememos que la situación podrá empeorar", señalaron.

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