Los padres de Madeleine ganan el juicio contra el ex inspector del caso

La Justicia portuguesa dio hoy la razón a los padres de la niña británica Madeleine McCann, desaparecida en 2007, y decidió mantener la prohibición del libro del ex inspector del caso que les relaciona con una supuesta muerte de la menor.
La jueza encargada de la causa, Gabriela Cunha Rodrigues, del Tribunal Civil de Lisboa, hizo definitiva hoy la prohibición de venta del libro, ‘Maddie, la verdad de la mentira’, cuya suspensión cautelar fue ordenada el pasado 9 de septiembre, pero el autor, Goncalo Amaral, anunció que recurrirá la sentencia.

Tras conocer el fallo judicial, Amaral dijo que se siente ‘censurado’, mientras los representantes de los padres de la niña, Kate y Jerry McCann, anunciaron que seguirán adelante con otras demandas interpuestas contra él y que estudian pedir la reapertura del caso Madeleine, cerrado en 2008.

‘Me siento completamente censurado. Esta era una de las decisiones posibles y vamos a recurrir’, declaró a los periodistas, a la puerta de los juzgados, el ex policía, quien agregó: ‘aquí están en cuestión derechos fundamentales, hay ciudadanos que están privados de su libertad de expresión’.

En cambio la abogada de los McCann, Isabel Duarte, subrayó que la jueza consideró en su decisión que ‘el libro sólo cita partes de la investigación con la intención de conducir hacia la que es su tesis final’, tachada por los padres de Madeleine de falsa y difamatoria.

Los McCann, que no acudieron hoy al tribunal pero asistieron a otras vistas desde que empezó el proceso en enero, han negado siempre las insinuaciones del libro de Amaral sobre su presunta relación con la desaparición de la niña y le responsabilizan de haber perjudicado la búsqueda de la menor, a la que creen viva.

Por su parte, el ex inspector que dirigió la investigación inicial sobre Madeleine y se jubiló anticipadamente sin lograr probar la implicación de los padres se lamentó hoy de que con esta sentencia ‘al pueblo portugués le prohíben formarse una opinión, tener acceso a toda la información y sacar sus propias conclusiones’.

El antiguo policía sugería en ‘Maddie, la verdad de la mentira’ que los padres de Madeleine estuvieron implicados en una muerte accidental de la niña, desaparecida en un apartamento de playa en el sur de Portugal, y en la posterior ocultación del cadáver.

‘El libro está en un contexto de seis meses de investigación, en los que llegamos a ser tachados de incompetentes, y yo hice una narración de lo analizado en ese periodo, una opinión que era compartida por compañeros y por la Policía portuguesa e inglesa’, explicó hoy Amaral.

La abogada de los padres de Madeleine señaló que sus clientes seguirán adelante ‘con más demandas’ contra el ex inspector, tras una decisión judicial ‘que es una victoria para toda la gente’.

Duarte detalló que el fallo supone ‘el mantenimiento total’ de las providencias sobre la prohibición de venta del libro y la de hablar de sus tesis, conceder entrevistas y reeditar libros y vídeos.

‘La jueza entendió que este libro violaba los derechos de las personas, el derecho al buen nombre, el derecho de los niños’, agregó.

Según la abogada, Kate McCann le envió un mensaje, tras conocer la decisión judicial, en el que destaca el esfuerzo realizado.

El equipo de abogados de los padres de Madeleine trabaja desde la semana pasada con información sobre el caso para ‘volver a analizarla’ y estudiar la posibilidad de reabrir el proceso por la desaparición, aseguró la letrada.

Madeleine desapareció el 3 de mayo de 2007, cuando iba a cumplir cuatro años, y sus padres organizaron un campaña en los medios de comunicación para buscarla que recaudó varios millones de euros en donaciones.

Los McCann abandonaron Portugal en septiembre de aquel mismo año tras ser declarados sospechosos formales en el caso, a raíz de vestigios de Madeleine y huellas de un cadáver detectadas en efectos personales y en un automóvil alquilado después de la desaparición.

Una vez cerrado el caso por falta de pruebas, los McCann, exculpados de las sospechas, fueron indemnizados por varios medios británicos que habían informado de su posible relación con la desaparición de Madeleine.

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