Un hombre y una mujer de origen congoleño fueron declarados hoy en Londres culpables del asesinato de un adolescente de 15 años al que acusaban de brujería y que era el hermano pequeño de la asesina.
La mujer, de 29 años, y su pareja, de 28, ahogaron en una bañera al adolescente el día de Navidad de 2010, tras torturarlo durante varios días en lo que pretendía ser un exorcismo.
La víctima vivía en Francia y viajó a Londres junto a tres de sus hermanos para visitar a la pareja, y unos días después los anfitriones empezaron a acusarlos de traer a su casa 'kindoki', o brujería.
Aunque en un primer momento todos lo niños fueron golpeados, el asesino se centró finalmente en el adolescente de 15 años, después de que se orinara en los pantalones, y animó a sus hermanos a que participaran en los maltratos.
El jurado escuchó durante el proceso cómo la víctima fue torturada durante tres días con cuchillos, palos, barras de metal y un martillo que le causaron tanto dolor que le llevaron a rogar que le mataran antes de que fuera ahogado.
La Fiscalía calificó las agresiones sufridas por la víctima como 'un prolongado ataque de un salvajismo y una brutalidad inconcebible'.
Cuando el adolescente fue encontrado por los servicios de emergencia, su cabeza, cara, espalda y brazos estaban cubiertos de cortes profundos, y le faltaban algunos de los dientes.
El forense cifró en 101 las heridas en su cuerpo, a las que señaló junto al ahogamiento como la causa de la muerte.
Eric Bikubi y Magalie Bamu, que serán sentenciados el próximo lunes, negaron la acusación de asesinato en todo momento, y su defensa achacó los ataques a un estado de locura que el jurado no acabó aceptando.
A través de un comunicado, la familia de la víctima dijo hoy que 'Kristy murió en unas condiciones inimaginables en las manos de personas a las que quería y creía, gente a la que todos queríamos y creíamos'.
Además, aseguraron que la Navidad, 'una fiesta de alegría, estará siempre marcada por este terrible suceso'.
