La propuesta china para la crisis coreana suscita recelo y cautela

Corea del Sur y Japón recibieron ayer con una mezcla de recelo y cautela la propuesta china para una salida negociada a la crisis con el régimen comunista norcoreano, al que Seúl advirtió de que 'pagará' futuras provocaciones. En un discurso televisado, el presidente surcoreano, Lee Myung-bak, condenó con crudeza el ataque norcoreano que el día 23 mató a cuatro personas en la isla de Yeonpyeong y, por primera vez, se disculpó por la reacción del Gobierno, tachada de blanda y tardía.
Aunque evitó referirse directamente a la iniciativa china de convocar una reunión de urgencia de los países que participan en el diálogo a seis bandas (las dos Coreas, EEUU, China, Rusia y Japón) para abordar la crisis coreana, el mandatario dejó clara su reticencia a un diálogo en la situación actual.

'Ha llegado el momento de que demostremos nuestra determinación con acciones en lugar de con demasiadas palabras', dijo Lee, que recordó que Seúl cuenta con el apoyo de la mayor parte de la comunidad internacional.

China es el principal benefactor y casi único aliado de la dictadura de Kim Jong-il y su propuesta este domingo de convocar a los miembros del diálogo a seis bandas para rebajar la tensión actual ha sido recibida con suspicacias.

También Japón expresó ayer su oposición a esa iniciativa e insistió en que, por ahora, sus esfuerzos se centran en trabajar de cerca con Seúl y Washington en busca de una postura unificada.

Además, el Gobierno japonés insistió en que cualquier decisión sobre la reanudación del diálogo a seis bandas la tomará en coordinación con Estados Unidos y Corea del Sur.

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