Se trata de un joven de 18 años que murió atropellado y una mujer de 54 que inhaló gas lacrimógeno

Las protestas de indignados en Brasil se cobran dos víctimas

Los manifestantes son dispersados por la policía frente al Palacio de Itamaraty, la sede de la cancillería brasileña.
Una mujer de 54 años falleció ayer a causa del gas lacrimógeno que inhaló durante las manifestaciones celebradas el jueves en la ciudad brasileña de Belém, en el noreste del país sudamericano, lo que eleva a dos el número de muertos en el marco de las protestas iniciadas hace dos semanas. Cientos de miles de personas tomaron las calles de al menos 80 ciuddes brasileñas.
La víctima, identificada como Cleonice Vieira de Moraes, trabajaba para el servicio público de limpieza en el centro de Belém y aparentemente se vio atrapada por los enfrentamientos entre manifestantes y la Policía Militar.

La mujer, junto a otros compañeros, se refugió en un tranvía restaurado para el turismo, lo que no evitó que inhalase gas y sufriese una parada cardiorrespitatoria. Al parecer, la fallecida tomaba medicinas contra la hipertensión.

La muerte de esta mujer se suma a la de un joven de 18 años de edad, identificado como Marco Delefrati, que perdió la vida el jueves en la localidad de Ribeirio Preto, ubicada en el estado de Sao Paulo. El joven fue atropellado en el marco de una manifestación. En el vídeo publicado por la Policía Militar en la red social Twitter, se ve cómo el coche atropella a una docena de personas en su intento por saltarse el bloqueo impuesto por los manifestantes en una de las calles de Ribeirio Preto. La Policía Militar consiguió detener al conductor del vehículo, pero se lo llevó a otras instalaciones para evitar que sea linchado por los manifestantes, que han llegado a sumar 25.000 en esta localidad paulista.


GRAN PROTESTA SOCIAL

Al menos 36 personas resultaron heridas en el marco de los enfrentamientos que se produjeron este jueves en Río de Janeiro entre manifestantes y Policía Militar debido a un intento de asalto al Ayuntamiento. La mayoría de los heridos son por contusiones, impactos de balas de goma y por el uso de gases lacrimógenos y pimienta por parte de las fuerzas de seguridad.

En Río de Janeiro, unas 300.000 personas -según la Policía Militar- marcharon desde Cinelândia hasta el Ayuntamiento, en la mayor manifestación que se celebró hasta ahora por la convocatoria de los ya bautizados como 'indignados' brasileños.

Un grupo de 200 manifestantes intentó tomar el Ayuntamiento y arrancó vallas y quemó coches para asegurar su avance frente a la resistencia de la Policía Militar, dando lugar a un fuerte enfrentamiento.

De acuerdo con el diario 'Folha', los manifestantes lanzaron morteros y los uniformados respondieron con gases lacrimógenos, gas pimienta y balas de goma. Además, algunos agentes cargaron contra la multitud desde los caballos.

Las autoridades cariocas ya esperaban una gran movilización hacia el Ayuntamiento, por lo que sus aledaños estaban fuertemente protegidos. Las sedes de empresas estatales como Petrobras y Correios han cerrado antes y las entradas a las sucursales bancarias estaban bloqueadas con vallas.

Las protestas comenzaron la semana pasada en Sao Paulo, exclusivamente contra la subida de precio del transporte público, pero luego se añadieron otras reivindicaciones, como mayores inversiones en salud y educación pública, y críticas a los elevados gastos del Gobierno para organizar eventos como el Mundial de fútbol de 2014.

Pese a que varias alcaldías, incluyendo las de Sao Paulo y Río de Janeiro, ya anunciaron la reducción del precio de los billetes del autobús, metro y tren, los manifestantes mantuvieron sus protestas y las del jueves fueron las más numerosas hasta ahora.

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