El gobierno ruso informó el pasado viernes de que el gaseoducto había dejado de suministrar gas por supuestos fallos técnicos.
Sin tapujos, el gobierno del Kremlin condiciona ya el suministro de gas a Europa al fin de las sanciones. Hasta ahora hablaba de fallos técnicos u operativos que impedían reanudar la llegada de gas al continente, hoy lo ha explicitado.
Ahora se muestra rotundo, el ejecutivo de Vladimir Putin tiene intención de lograr un desahogo económico para la nación, y lo hará aprovechando la dependencia europea con respecto a la energía.