Corea del Sur realizó ayer, a pesar de las amenazas de Corea del Norte, maniobras militares en Yeonpyeong en el segundo aniversario del bombardeo norcoreano a esa isla, que en 2010 causó la muerte de dos soldados y dos civiles.
Las maniobras, que tuvieron lugar en la propia isla y en otras localizaciones en la frontera del Mar Amarillo, contaron con la participación de las fuerzas de tierra, mar y aire y estuvieron precedidas de homenajes a los fallecidos, que fueron recordados en el Monumento a los Caídos de Seúl por unas 4.000 personas.
Allí, el primer ministro surcoreano, Kim Hwang-sik, calificó los 170 obuses caídos en Yeonpyeong como 'la peor provocación de Corea del Norte' en seis décadas y aseguró que la determinación del Gobierno a responder a futuras agresiones 'es más fuerte que nunca'.
Allí, el primer ministro surcoreano, Kim Hwang-sik, calificó los 170 obuses caídos en Yeonpyeong como 'la peor provocación de Corea del Norte' en seis décadas y aseguró que la determinación del Gobierno a responder a futuras agresiones 'es más fuerte que nunca'.
