CONFLICTO

Seúl y Washington completarán la instalación del escudo antimisiles

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photo_camera El sistema antimisiles THAAD, durante una practica de interceptación en 2013.

El Ministerio surcoreano destacó la urgencia de esta operación por la creciente amenaza de que el régimen norcoreano continúe con nuevas provocaciones tras la prueba nuclear del pasado domingo

Corea del Sur anunció hoy que EE.UU. llevará a cabo este jueves el despliegue completo de una batería del polémico escudo antimisiles THAAD en su territorio ante la amenaza de que Corea del Norte continúe con sus pruebas armamentísticas.


La operación consistirá en el despliegue de las cuatro lanzaderas restantes del Sistema de Defensa Terminal de Área a Gran Altitud THAAD (que solo tiene desplegadas dos de las seis de las que consta) en una base estadounidense a unos 300 kilómetros de Seúl.

El Ministerio surcoreano destacó la urgencia de esta operación por la creciente amenaza de que el régimen norcoreano continúe con nuevas provocaciones tras la prueba nuclear del pasado domingo y el lanzamiento cinco días antes de un misil que sobrevoló territorio japonés, informó la agencia Yonhap.

El Gobierno surcoreano congeló el despliegue de las cuatro lanzaderas restantes del THAAD el pasado junio al considerar que el anterior Ejecutivo, que aprobó su instalación el año pasado, dio luz verde al proyecto sin implementar los estudios de impacto ambiental que marca la ley surcoreana.

Sin embargo, y ante la escalada armamentística de Corea del Norte, el propio Moon pidió el pasado agosto estudiar la instalación de las cuatro lanzaderas que faltan de manera temporal mientras se sigue realizando el sondeo ambiental.

El escudo, instalado en un antiguo campo de golf de Seongju (al sureste de Seúl), ha estado rodeado de polémica desde que fue aprobado por el antiguo Gobierno en julio de 2016.

Además de desatar las protestas de los agricultores locales (que temen por los efectos que sus radares tengan para la salud y sus cultivos), el despliegue ha causado un enorme malestar en China.

En represalia, Pekín, que considera que el THAAD puede servir para espiar sus bases militares, decidió activar un boicot económico encubierto contra empresas e intereses surcoreanos la pasada primavera.

Diseñado para derribar misiles a gran altura, una batería del THAAD incluye seis lanzaderas autopropulsadas (cada una con unos 50 misiles interceptores) y una unidad de control de lanzamiento y comunicaciones conectada a un potente sistema de radar de largo alcance de banda X. 

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