Ucrania ordena retirar sus tropas de Crimea

Toma esta decisión después de haber perdido a casi toda su flota y las unidades emplazadas en la península.

"El Consejo Nacional de Seguridad y Defensa ha ordenado al Ministerio de Defensa el repliegue de la unidades militares emplazadas en la República Autónoma de Crimea", comunicó el presidente interino de Ucrania, Alexandr Turchínov, a la Rada Suprema (Parlamento).

La decisión se tomó después de un fin de semana que se tornó en tragedia histórica para la Armada de Ucrania, que en menos de 48 horas perdió casi todos sus navíos de guerra, entre ellos el buque insignia "Slavútich", y su único submarino, el "Zaporózhiye".

Por si fuera poco, al menos cinco oficiales ucranianos, entre ellos el comandante adjunto de la Armada de Ucrania para la Defensa del litoral, el general Ígor Voronchenko, y el combativo comandante de la base aérea de Belbek, el coronel Yuli Mamchur, han sido detenidos en las últimas 24 horas.

Los últimos, el comandante del batallón de infantería marina de Feodosia (Crimea), el coronel Dmitri Deliatitski, y su segundo oficial para el Personal, Rostislav Lomtev, fueron apresados hoy después de la toma de su unidad por las fuerzas rusas.

Las autoridades crimeas han anunciado que sobre los detenidos pesa la acusación de robar armas y munición para entregarlas a combatientes presuntamente llegados a Crimea para perpetrar actos de sabotaje y atentados terroristas.

El ataque a la unidad de Feodosia (junto a la frontera marítima con Rusia antes de la anexión), una de las últimas que aún guardaban lealtad a Ucrania, empezó de madrugada con ayuda de helicópteros y carros blindados rusos.

Los rusos "descendieron desde helicópteros", mientras que "dos blindados y dos decenas de soldados rodearon el perímetro y bloquearon el acceso rodado a la base", aseguró el portavoz del Ministerio de Defensa ucraniano en Crimea, Vladislav Selezniov.

Poco antes del ataque, el personal de la base ucraniana manifestó a las tropas rusas su disposición a abandonar la unidad y salir de Crimea hacia la parte continental de Ucrania, pero con sus vehículos y con todo el armamento.

Por otro lado, un grupo de hombres armados a bordo de varias lanchas rápidas intentaron hoy sin éxito abordar el dragaminas ucraniano "Cherkassi" en aguas de lago Donuzlav, de donde no pudo salir a mar abierto después de que los rusos hundieran dos embarcaciones suyas para cerrar esta vía de escape.

El navío pudo evitar el abordaje gracias a maniobras de evasión y paquetes explosivos que tiró por la borda su tripulación para alejar a las lanchas de las fuerzas prorrusas.

El dragaminas se ha mostrado como el más combativo de todos los buques de la Armada ucraniana en Crimea, ya que, además de repeler el ataque de hoy, hasta dos veces intentó superar el bloqueo ruso en el lago para salir de las aguas territoriales de la península.

En un primer intento, trató de remolcar él mismo uno de los barcos hundidos por los rusos, mientras que ayer estuvo a punto de atravesar el estrecho pasillo entre las embarcaciones sumergidas, pero fue arrastrado en dirección contraria por una lancha rusa.

De madrugada, los militares rusos hundieron otra embarcación para bloquear cualquier posibilidad de salir del lago.

A última hora de ayer, el "Cherkassi", el "Genichesk" y el gran buque de desembarco "Kosntantín Olshanski" eran los últimos navíos ucranianos en hacer caso omiso a las órdenes de rendición de los rusos.

El marinero del dragaminas Alexandr Gútnik confirmó al diario ucraniano "Ukraínskaya Pravda" que la lancha "Genichesk" se rindió hoy a las tropas rusas, mientras que el "Olshanski" podría estar a punto de hacerlo.

"A bordo del 'Olshanski' ha habido un sabotaje. Alguien ha vertido combustible en las cisternas con agua dulce y la ha envenenado. Ya no puede usarse ni para cocinar. De esta forma, se ha reducido el tiempo en el que podrán resistir. Seguramente esperan rendirse o ser abordados", aseguró el marinero.

Tropas rusas y efectivos de las llamadas fuerzas de defensa propia de Crimea se han hecho desde el sábado con el control de casi todas las unidades, navíos de guerra y bases militares que hasta entonces se resistían a cambiar de bando o a abandonar sus destacamentos.

Este fin de semana, varios oficiales ucranianos denunciaron la desidia de la cúpula militar y política del país a la hora de decidir los pasos que deben seguir los soldados que no quieren rendir sus destacamentos a las tropas rusas.

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