La calle Xesús Pousa, en el barrio ourensano de A Ponte, en los números impares cerca de la locomotora del tren, está parcheada de tal manera que parece la acera de los mil remiendos, porque cada poco tiempo faltan losetas y muchos trozos no coinciden con los anteriores. A pesar de no ser una calle con demasiados decenios de años encima, el lugar destinado a los peatones es de una tal irregularidad que está demandando su remodelación.
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