Las fuentes del paseo de la zona termal, muy necesarias para que los usuarios puedan refrescarse o beber, sobre todo en época de calor, siguen sin cumplir la labor para la que fueron colocadas. Por ejemplo, la de las inmediaciones de Outariz. Primero no se podía utilizar porque no tenía agua, y ahora alguien la dejó más inservible tras llevarse el grifo. Un monumento a la inutilidad, que seguro que en su día costó sus buenos euros.