Los bancos de diseño colocados junto al Centro Cívico de A Cuña, que junto a las jardineras formaban una bella estampa, presentan una grave deficiencia que impide que una persona pueda sentarse en ellos a descansar. Puede que sean bonitos, pero su estructura no parece aguantar pesos excesivos o que alguien se ponga de pie en ellos, porque termina doblándose. Necesitan un refuerzo para seguir ejerciendo la labor para la que fueron concebidos, ofrecer descanso
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