En el paseo del Barbaña, en el tramo que va del Polvorín al Pazo Paco Paz, están estas pasarelas con las barandillas rotas, retorcidas y por supuesto oxidadas, suponiendo un grave peligro.
Pero lo más llamativo es el lateral situado un poco más arriba del nuevo puente hacia la Farixa, puesto que están totalmente destrozadas y retorcidas.