Este aparcamiento para personas con movilidad reducida, que está situado en la calle Ramón Puga a la altura del número 9, ya tuvo un mal comienzo. Lo pintaron de cualquier manera, una chapuza. Pero la verdadera culpa es de quien paga esos trabajos sin revisarlos antes. Además, la madrugada del sábado golpearon la señal de tal manera que casi la arrancan.